Señala la senadora colombiana Piedad Córdoba que el Gobierno ya tenía en su poder las pruebas.
“Esas pruebas de vida fueron escondidas por el Gobierno (de Álvaro Uribe) para que no pudiésemos llevarlas a la reunión con el presidente Nicolas Sarkozy”. La acusación la lanza la senadora colombiana Piedad Córdoba en una entrevista, en la que asegura que el presidente colombiano actuó por presiones de la derecha colombiana.
La acusación es grave. Tanto como todo lo que aconteció alrededor de la ruptura de la frustrada mediación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que ella llevaba adelante junto al presidente Hugo Chávez.
“Los hechos demuestran que no sólo nos pusieron todos los obstáculos posibles sino que fueron manipulando todo. Nosotros (y muestra unas notas de un diario de la mediación), vea, cuestionábamos a las FARC porque no aportaron las pruebas y resulta que era el Gobierno por su lado”.
“Por la época en que fueron tomadas. La carta de Ingrid, por ejemplo, es del 24 de octubre y el 20 de noviembre nos reunimos con Sarkozy. O sea, las pruebas ya estaban. Pero por la falta de ellas era algo muy incómodo para nosotros.
“Nos dejaba mal parados aun cuando sabíamos que había dificultades (propias de la situación) para que lleguen. Ahora pienso que fueron saboteadas por el Gobierno. Principalmente por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Las interceptaron y las soltaron esta semana. Y tengo las pruebas que me conseguí por ahí”.
Piedad Córdoba, senadora del Partido Liberal, con años de militancia en el campo de los Derechos Humanos, abogada y antioqueña, pasó 16 días secuestrada en poder de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y no duda en afirmar que “fue esa experiencia la que me puso aquí”.
Siente que está devolviendo un favor a su amiga, Ingrid Betancourt, “porque ella fue la que negoció directamente con los ‘paras’ para que no me fusilaran”.
En medio del torbellino político entre Venezuela y Colombia por el fin de la mediación, Córdoba asegura que “tuvimos todos los obstáculos posibles de parte del gobierno y ninguno de las FARC. Eso nos da la pauta de que el presidente Álvaro Uribe no quiere el acuerdo. Aun cuando habíamos logrado avances concretos y documentados (muestra las cartas y papeles)”.
“Uribe le hizo creer al país que no se puede ceder antes las FARC. Sólo hay que ver las informaciones del Alto Comisionado donde siguen hablando de la guerrilla como hampones, terroristas. Querían que nosotros utilizáramos el mismo discurso pero nosotros éramos facilitadores...”.
‘Tengan compasión con mi mamá’
Melanie Delloye, la hija de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC, clamó ayer a la guerrilla que le mejoren las condiciones de su cautiverio y le devuelvan algunas pertenencias.
“Quiero pedir a las FARC que por favor tengan compasión con mi mamá, con todos los demás que están allá y que al menos les ayuden a que sus condiciones de vida no sean tan difíciles”, pidió Melanie desde Nueva York, ciudad en la que estudia, y a instancias de radio Caracol.
La joven Delloye aludió a la carta de su madre y un video que constituían algunas de las pruebas de supervivencia decomisadas por las autoridades hace tres días a tres milicianos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), detenidos en Bogotá.
“Me quiebra el corazón saber que las condiciones en las cuales está son tan difíciles”, señaló Melani Delloye. Confió que “esto logre conmover al país y al Gobierno para que no deje que esto siga pasando”.
Ingrid Betancourt, de 45 años, aparece en el video confiscado muy delgada, demacrada y cabizbaja, sin mirar a la cámara en ningún momento.
En su carta, la política se lamenta que los guerrilleros le quitaran un diccionario con el que se distraía, y que posee en la selva un pequeño radio en el que escucha mensajes de familiares de secuestrados, incluso muchos para ella de parte de Melanie, de su hijo Lorenzo, de su mamá Yolanda Pulecio, y de otros allegados.