“Honor, gloria, respeto
y gratitud a los que construyen los templos del saber”.
Placa en la escuela
Benito Juárez
En el patio de la escuela Benito Juárez el grupo de niñas de tercer año de primaria se dispone a iniciar su clase de educación física. La maestra las organiza para saltar dentro de costales de harina. Un gran techo de lámina cubre el patio de lado a lado. La subdirectora de la escuela me atiende; amable me cuenta que hace dos años techaron el patio y que ahora las casi quinientas alumnas disfrutan más.
La escuela Benito Juárez es emblemática en la historia de nuestra ciudad, pero poco sabemos de su historia. No existe un folleto o algo que nos hable de ella. Su actual edificio, en la calle Ildefonso Fuentes y avenida Allende fue inaugurado el mismo día en que Torreón se convirtió en ciudad. En la biblioteca de la escuela se conservan algunas fotografías puestas sobre un periódico mural cubierto de plástico. Una de ellas muestra el momento en que un grupo de funcionarios, todos de levita y bombín, se dispone a entrar a la escuela para inaugurarla. Es la mañana del 15 de septiembre de 1907. Una nota de un periódico habla de que la Benito Juárez abrió en 1902 en un local por la calle Blanco y que años más tarde Federico Wolf trazó los planos del nuevo edificio.
La maestra comenta que en algún lado leyó que del balcón de la escuela se dio lectura del decreto de elevación de rango de la ciudad.
Caminando por los corredores de la escuela se ve que cien años han pasado por aquí. Muros escarapelados, remozados por última vez cuando la escuela cumplió cincuenta años, corredores con el piso desgastado y sucio, los salones amplios y bien iluminados no tienen piso, los baños son los originales. El portón del edificio es el original. Lo único moderno, junto a una única computadora, es tal vez la infaltable foto del gobernador en la pequeña oficina de la dirección.
La escuela tiene una pequeña biblioteca con cuatro estantes llenos de libros, pero cada uno tiene un candado. Ahí mismo hay un piano negro, destartalado.
La Benito Juárez está por cumplir cien años, igual que nuestra ciudad y me pregunto si su estado no será reflejo del descuido que tenemos por la memoria histórica. Me pregunto si nos hemos acordado de ver cómo anda la infraestructura de nuestras escuelas. No hay dinero que alcance, dice la subdirectora. El remozamiento de la escuela debe hacerse con lo que aportan los padres de familia. El deterioro, ¿será el reflejo de la calidad de la educación?, me pregunto.
Los adultos de hoy, los que en el año 2007 somos la fuerza productiva de la ciudad fuimos educados en una ciudad bastante joven, tal vez cincuenta o sesenta años menos. Asistimos a escuelas con diez, veinte o cincuenta años de edad. Somos reflejo de esos años de formación tanto de la ciudad como de su sistema escolar. ¿Cuántas escuelas había hace cien años? ¿Cuántas en 2007? Según el censo escolar en el municipio de Torreón existen 109 escuelas desde preescolar, primaria, secundaria y bachillerato. En educación básica para el ciclo 2005-2006, 132 mil 947 niños asistieron a la escuela.
Torreón no sólo creció en número de industrias, comercios, calles, colonias, también en escuelas. Luego de las primeras escuelas primarias como la Benito Juárez, la Alfonso Rodríguez, la Amado Nervo, escuelas que tenían un gran prestigio, comenzaron a abrir escuelas particulares, en 1917 el Juan Antonio de la Fuente, más tarde el Colegio La Paz, el Eliott y el Modelo entre otros. En septiembre de 1927 nace la escuela Preparatoria de La Laguna que vino a llenar la demanda de quienes en esos años no continuaban más allá de la primaria o la escuela comercial. En 1942 se funda la preparatoria privada Carlos Pereyra y en 1957 la Venustiano Carranza (pública) que más tarde pasaría a formar parte de la Universidad de Coahuila.
Para cuando Torreón llega a sus primeros cincuenta años, en 1957 se funda la primera universidad, la Autónoma de Coahuila con dos escuelas superiores, la de Medicina y la Comercio y Administración. Entrábamos entonces a las ciudades que se preciaban a ofrecer estudios universitarios. Para completar la educación superior en carreras técnicas en 1965 abre el Tecnológico Regional de La Laguna.
En los últimos cincuenta años la explosión de escuelas desde preescolar hasta universidades, tanto públicas como particulares ha sido tal que la competencia por los estudiantes es muy cerrada. Los padres de familia se preguntan ¿qué ofrece de diferente una escuela de otra? La educación que ofrece esta escuela para mis hijos, ¿los preparará para el mundo de mañana? Las escuelas se pelean por allegarse alumnado, sobre todo las particulares. Antes las escuelas no se anunciaban, ahora vemos espectaculares, anuncios publicitarios que nos hablan de todo lo que una escuela ofrece y del niño que será si lo inscribimos en tal o cual escuela. Y mientras tanto las escuelas oficiales que antes ofrecían calidad, disciplina y orden ¿están a la par que las particulares? ¿O están mejor?
En la escuela Benito Juárez enseñan inglés, música, educación física, pero no ofrecen computación. Recién les llegaron siete computadoras que todavía no han habilitado porque no tienen un salón adecuado para ponerlas en funcionamiento.
¿Será esto lo que haga que los niños de hoy sean en el Torreón del futuro ciudadanos responsables, honestos, respetuosos y bien calificados, seres humanos felices y constructivos?
No podría contestar a estas preguntas, pero si sé que si ahora que estamos cumpliendo cien años y vamos a tener muchos festejos no nos preocupamos por rescatar nuestra memoria histórica al no poner atención a nuestras escuelas, los templos del saber por excelencia, estaremos olvidando lo más importante. Estaremos dejando de lado la tarea más trascendente que es educar a las generaciones futuras.
garzara1@prodigy.net.mx
