La vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó hoy que el rey Juan Carlos seguirá ejerciendo las mismas funciones que ha venido desempeñando hasta ahora en política exterior después del incidente con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la cumbre Iberoamericana.
Fernández de la Vega se pronunció así en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al ser preguntada si el rey pudo "extralimitarse" en su papel y perjudicar la acción exterior del Gobierno por su comentario de "¿por qué no te callas?" dirigido a Chávez cuando descalificó al ex jefe del Ejecutivo José María Aznar.
La vicepresidenta contestó: "en absoluto. El rey ha sido una figura absolutamente trascendental en la Historia de nuestra democracia y sigue siéndolo de la misma manera que lo ha sido a lo largo de estos 30 años".
"Su labor ha sido muy importante y sigue siendo una labor muy importante con las funciones que nuestra Constitución le atribuye, y va a seguir siéndola así en el futuro, en la política interior, en la política exterior, en ese papel constitucional que tiene", añadió.
De la Vega consideró que "lo más importante" para el Gobierno en relación con la crisis con Venezuela es "mirar hacia adelante".
En su opinión, actuar con "espíritu constructivo" es "lo mejor para los intereses comunes de los ciudadanos, de los dos países, de las empresas y de las instituciones de Venezuela y España".
"Por proximidad afectiva e histórica, son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan", dijo De la Vega, quien recordó que miles de venezolanos viven en España y que miles de españoles residen en Venezuela.
La vicepresidenta expresó su deseo de "pasar página a situaciones coyunturales y mirar al futuro" para preservar los intereses de España y los de las empresas instaladas en Venezuela.
"En eso estamos y en eso vamos a seguir trabajando como hemos hecho hasta ahora", agregó.
La crisis abierta en Chile se ha visto agravada por las declaraciones hechas por el mandatario venezolano de los últimos días en el sentido de que va a llevar a cabo una "profunda revisión" de la relación con España y a vigilar a las empresas españolas.
El Gobierno español, a través del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, contestó pidiendo "serenidad" y "respeto" para resolver la situación y descartó llamar a consultas al embajador español en Caracas, como le ha pedido el conservador Partido Popular (PP), el principal grupo de la oposición.