Hillary Clinton tiene a la única hispana en un puesto de alto nivel en su campaña por la Presidencia de EU, la mexicana-estadounidense Patti Solís Doyle y su recaudador de fondos en jefe es José Villarreal, otro mexicano-estadounidense. (Archivo)
Las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos pueden ser el momento en que la minoría hispana comience el camino a la influencia política tantas veces anunciada.
Las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos pueden ser el momento en que la minoría hispana comience el camino a la influencia política tantas veces anunciada, o por lo menos eso esperan varios aspirantes presidenciales, especialmente demócratas.
En tanto que el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, hace un abierto llamado a los hispanos y subraya su origen mexicano-estadounidense, la actual favorita entre los candidatos demócratas a la Presidencia es la senadora Hillary Rodham Clinton, que tiene también el favor de los latino-estadounidenses y, hasta el surgimiento de Richardson, era la protagonista que más se esforzaba por buscar el respaldo de una comunidad cada vez más importante en Estados Unidos.
“Yo estoy muy decepcionado con la mayoría de los candidatos”, comentó Robert DePosada, dirigente de Coalición Latina, un grupo empresarial que si bien tiene mayores afinidades con los republicanos ha apoyado también a candidatos demócratas y cuyos afiliados se pronunciaron en una conferencia reciente como 52 por ciento por republicanos y 48 por ciento por los demócratas.
En ese marco, la campaña de Rodham Clinton probó ya una considerable preparación previa. Al margen de haber logrado el apoyo del veterano activista de derechos civiles Raúl Yzaguirre como “co-presidente” de la campaña, Hillary tiene también a la única hispana en un puesto de alto nivel en su campaña, la mexicano-estadounidense Patti Solís Doyle y su recaudador de fondos en jefe es José Villarreal, otro mexicano-estadounidense.
El resultado hasta ahora es lo que parece un abrumador apoyo hispano a Rodham Clinton. En una de las últimas encuestas sobre la opinión de los latino-estadounidenses, realizada por la firma Lake Research, 68 por ciento se expresó en favor de la senadora por Nueva York, mientras el senador Barak Obama contó con 48 por ciento, John Edwards 44 por ciento y Bill Richardson 38 por ciento. Además, el equipo de Hillary reportó la incorporación del presidente de la Asamblea Legislativa de California, Fabián Núñez, como uno de los líderes de la campaña.
“Esperamos más apoyos de alto nivel”, dijo Fabiola Rodríguez, una veterana especialista en medios latinos en español, que forma parte, a su vez, de un creciente equipo de nexos con los latinos. “Parecieran ser los únicos por ahora”, consignó Patricia Guadalupe, columnista especializada en temas políticos relacionados con la comunidad latina en Estados Unidos, que durante una conversación se dijo extrañada de lo que parece como falta de actividad de los otros equipos, al menos en el lado demócrata.
Guadalupe refleja una opinión que parece extendida. “Durante este ciclo presidencial, los candidatos de los partidos republicano y demócrata parecen ignorar a la comunidad hispana y al voto hispano”, consignó el reverendo Rubén Díaz, un senador de Nueva York.
Pero Guillermo Meneses, consejero de Bill Richardson, tiene una opinión distinta. El esfuerzo de Richardson es más local, dice, y en todos sus viajes siempre da lugar a reuniones con la comunidad latina y entrevistas con los medios hispanos en español.
“Es un candidato bicultural que no sólo entiende a los latinos sino que él mismo es un latino exitoso”. El propio Richardson dijo que “cada vez más gente me conoce” y se entera que es mexicano-estadounidense y eso, dijo, le ayudará en los estados con fuerte población latina.
Aumenta presencia de Bill Clinton en campaña de su esposa
Bill Clinton se mantuvo más bien al margen de la campaña presidencial de su esposa Hillary hasta ahora. Recaudó dinero y habló con personas influyentes sin agitar el avispero.
Pero todo cambió esta semana, en que fue centro de atención con actividades que incluyeron el lanzamiento de un video publicitario en la Internet y un anuncio formal de que acompañará a su esposa en presentaciones en dos estados clave, Iowa y Nueva Hampshire.
Colaboradores del ex presidente dicen que siempre pensó hacer campaña abiertamente a favor de su esposa.
Los colaboradores de Hillary manejan cuidadosamente la participación de su esposo en la campaña ya que Bill Clinton es un político carismático, que puede relegar a un segundo plano a cualquiera. La idea era mantenerlo en un segundo plano hasta que Hillary afianzase un poco su imagen de candidata.
Lo mismo hicieron en el 2000, cuando Hillary fue elegida senadora.
“La idea siempre fue aumentar gradualmente su participación”, expresó Howard Wolfson, portavoz de la campaña de Hillary. “Lo consideramos un enorme recurso”.
Bill Clinton está dando menos disertaciones pagadas y acaba de terminar un libro sobre activismo ciudadano, a ser publicado más adelante este año. Sus colaboradores dicen que seguirá activo en la fundación benéfica que lleva su nombre.
Pero su mayor prioridad es “ayudar a que la candidata que considera la más capacitada para ser presidente y que es su esposa, resulte elegida”, expresó su portavoz Jay Carson.
Calladamente, Clinton aumentó su participación en actos para recaudar fondos en los últimos meses. También narró un video biográfico de cinco minutos para la Internet y aportó sus cualidades como actor en una publicidad divertida, basada en la última escena de la serie “Los Soprano”.
Si bien la pareja se presentó en varias actividades para recaudar fondos, aparecieron juntos en un solo acto proselitista, en Selma, Alabama, donde Hillary libra una dura batalla con Barack Obama en las internas demócratas.
Esto cambiará en la primera semana de julio, en que ambos harán juntos un recorrido de tres días por Iowa. Hillary está arriba en las encuestas a nivel nacional, pero en Iowa está pareja con Obama y con John Edwards. Y el 13 de julio se presentarán en Nueva Hampshire.