Caracterizada por alucinaciones o ideas y conductas extrañas, que ocasionan múltiples problemas familiares, económicos y sociales porque aparece en la edad más productiva de las personas, el principal factor participante para la esquizofrenia es la herencia.
La esquizofrenia es una enfermedad que se presenta aproximadamente en una de cada cien personas en el mundo.
La esquizofrenia es una enfermedad del cerebro que aparece con mayor frecuencia en etapa más productiva del individuo: la segunda y tercera décadas de la vida.
Las causas de esta psicosis que padece un millón de mexicanos aún se desconocen.
En la cabeza de Mario habitan dos actores, uno se llama Fredy Gey y el otro es Jack Mc Kleen.
Los llama Didi y Eli. Son sus enemigos y les ha declarado una guerra sin cuartel, una batalla feroz donde el primero que se equivoque perderá la vida.
Como quien lleva una linterna de mano que va iluminando los rincones y las esquinas, ambos personajes, Didi y Eli, son quienes le indican qué hacer y cuándo hacerlo. Son amigos reales que alguna vez conoció en el deportivo Israelita y aunque hace muchos años que no los ve, (inclusive uno de ellos ha muerto); para Mario, ambos personajes -que describe como sus enemigos-, continúan vivos y determinando su quehacer cotidiano.
Se asea, come y duerme, sale o no de su casa, siempre y cuando uno de los personajes se lo indique y de pronto sostiene un pleito con ellos que puede durar noches enteras, con todo y sus desvelos.
Expertos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, aseguran que la esquizofrenia paranoide de Mario se caracteriza por alucinaciones o ideas de persecución donde el paciente escucha que le hablan sin que nadie esté presente o le llaman varias voces que hablan de él frecuentemente, lo insultan o le dan órdenes e incluso lo inducen al suicidio.
Esto es así desde que Mario cumplió 20 años de edad. Hoy tiene 43.
A su vez, su hermano Manuel, también esquizofrénico, -según ha diagnosticado la psiquiatra María Soledad Rodríguez Verdugo-, no ve personajes imaginarios, pero padece depresión, ansiedad y tensión, como consecuencia de esta enfermedad mental para la que todavía no se conoce una cura radical.
Hasta hace poco se pensaba que la esquizofrenia era incurable y que se convertía obligatoriamente en una enfermedad crónica y de por vida. Hoy, entretanto, se sabe que esto no es necesariamente así y que un porcentaje de hombres y mujeres que padecen este trastorno puede recuperase por completo y llevar una vida normal como cualquier otra persona.
Otros individuos con cuadros más graves, a pesar de depender del medicamento pueden mejorar al grado de desempeñar un trabajo, casarse y tener familia.
Para Rodríguez Verdugo aunque hay muchos mitos y temores relacionados con la esquizofrenia, en realidad es una enfermedad mental que, gracias a los avances de la medicina, se puede tratar con éxito, lo que permitirá al paciente tener una vida independiente y productiva.
En cuanto al curso de la esquizofrenia, generalmente la edad de inicio en los varones es más temprana, (entre los 15 y 20 años), que en las mujeres, (después de los 20), aseguran.
Otro problema que se presenta, puede ocurrir cuando hay una negación de la enfermedad -como en el caso de Manuel-, cuando el paciente no quiere tomar sus medicamentos, no asiste a sus consultas, abandona el tratamiento, lo cual puede llevar a consecuencias severas como tener recaídas y rehospitalizaciones y también otras complicaciones, uso de drogas y alcohol, la dependencia al cigarro, problemas con la Ley, entre otros, alerta la especialista.
Manuel cuida de Mario, son hermanos gemelos, su padre tenía una librería y su madre se suicidó, porque según narra Manuel, “ella ya no deseaba vivir ante la muerte inesperada de la menor de mis hermanas debido a un accidente automovilístico”.
“Mi madre se apagó y enloqueció con la muerte de su hija”, enfatiza Manuel.
Ambos viven solos, los cuida una empleada doméstica y se sustentan económicamente con base al apoyo que reciben de sus otros tres hermanos, los cuales tienen un boliche.
En relación con la posibilidad de heredar la esquizofrenia, expertos aseguran que si una pareja de individuos con la enfermedad concibe un hijo, la probabilidad de que éste padezca la enfermedad es del 30% y 35%.
Para la también presidenta nacional de la Clínica de Esquizofrenia del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, la esquizofrenia es una enfermedad que se presenta aproximadamente en una de cada cien personas en el mundo, lo que significa que más de un millón de mexicanos la padece.
Casi siempre se inicia en la juventud, (20 años de edad) y es una enfermedad de toda la vida, que no se cura, pero se puede controlar.
Caracterizada por alucinaciones o ideas y conductas extrañas, que ocasiona múltiples problemas familiares, económicos y sociales porque aparece en la edad más productiva de las personas, el principal factor participante para la esquizofrenia es la herencia.
El paciente hereda de sus padres uno o varios genes que lo predisponen a padecer la enfermedad. Estos genes se activan ante el estrés y producen alteraciones en el desarrollo del cerebro durante el crecimiento, pero las consecuencias suelen ser detectadas hasta la adolescencia, agrega Rodríguez Verdugo.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Se trata de un padecimiento crónico que sólo se logra controlar con tratamiento farmacológico y psicoterapéutico, este último proporcionado también a la familia para que puedan enfrentar mejor la problemática que significa enfrentarse con los síntomas de la enfermedad, los efectos secundarios de los medicamentos, la falta de cumplimiento terapéutico, los problemas psicosociales derivados de algunas incapacidades producidas por la enfermedad y que para la familia son difíciles de entender, suscitando a su vez, emociones diversas como culpa, resentimiento, reproches, rechazo y falsas expectativas que llevan a empeorar la evolución de la enfermedad.
Según comenta la experta, es también un padecimiento que se vive “hacia dentro” del individuo. Se altera la forma de pensar y sentir sobre las cosas que ve y escucha, hasta los sabores y en general las sensaciones del que la padece. Hay dificultad para distinguir entre la realidad que viven los demás y la fantasía que nace de las ideas del esquizofrénico y se trastornan las emociones como la tristeza, la alegría y el enojo, aseguran.
COMPORTAMIENTO PSICOSOCIAL
En este sentido, el comportamiento psicosocial incluye todas aquellas actividades que realiza, en este caso, el esquizofrénico como individuo y con otras personas, en relación con lo que ocurre en su entorno social.
Las incapacidades que afectan al paciente pueden ocurrir, según expertos, desde la fase preventiva, al inicio de la enfermedad, -como las alucinaciones y los delirios- durante las cuales, el paciente y su familia pueden percatarse de la presencia de algunos problemas psicosociales como haber abandonado sus estudios, dejar de trabajar o mantenerse en un estado de aislamiento social sin salir de su casa, sin relacionarse con nadie, ni siquiera con la familia.
De manera adicional, los síntomas negativos, (se les llama negativos porque se pierden definitivamente capacidades adquiridas) como: apatía, la falta de energía, la disminución y pérdida de motivación, la pasividad, el aplanamiento afectivo, la empatía limitada, pueden contribuir a complicar la problemática, ubicando al paciente en una situación de incapacidad psicosocial.
Mario y Manuel, son independientes, pero no laboran. Su actividad cotidiana está regida por los programas que eligen ver en la televisión.
Nunca salen solos. Nunca se han separado. Mientras tanto, Manuel intenta que los demás comprendan y respeten el mundo particular en el que vive su hermano Mario.
El cariño y protección que manifiestan el uno hacia el otro es notable. Cuando termina la entrevista, ambos caminan abrazados hacia su auto, como si uno fuera la sombra del otro; Mario cuidando los pasos de Manuel y Manuel los de Mario, desde ese sitio donde si algo le ocurriera a alguno de los dos, el desconsuelo no tendría fin.