Estadio brasileño donde murieron siete personas será demolido
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- El vetusto estadio de fútbol en el que murieron siete personas el pasado domingo cuando parte de una grada se vino abajo durante un partido será "demolido", según lo anunció ayer el gobernador del estado brasileño de Bahía, Jaques Wágner.
Wágner dijo que la decisión será tomada independientemente de los resultados de las investigaciones policiales, que aún podrían tardar más de una semana en ser publicados.
El pasado domingo, siete personas murieron y otras cuarenta resultaron heridas al caer al vacío desde una altura de quince metros, cuando parte de la grada del estadio Fonte Nova de Salvador se hundió, durante un encuentro de tercera división entre el club Bahía y el Vila Nova, al que asistían 60.000 espectadores.
Wágner señaló que en el lugar del estadio será construido uno nuevo, con la intención de que la ciudad de Salvador continúe en la competición para albergar partidos del futuro Mundial de 2014, que será organizado por Brasil.
"Vamos a borrar este viejo Fonte Nova y proporcionar a los aficionados de Bahía un estadio digno", aseguró Wágner en un discurso.
Salvador es una de las 18 ciudades candidatas para organizar los partidos del Mundial, de las cuales la FIFA elegirá entre diez y doce sedes definitivas.
El máximo organismo del fútbol anunció hoy en un comunicado que este accidente no tendría por qué afectar ni a la capacidad de Brasil de organizar el Mundial ni a la posibilidad de que Salvador sea finalmente escogida.
El estadio Fonte Nova fue blanco de numerosas críticas por sus carencias de seguridad y ya había quedado fuera del proyecto de la candidatura brasileña para recibir el Mundial.
En el dossier de la candidatura de Brasil constaba un proyecto para la construcción de un estadio nuevo en Salvador, con capacidad para 44.000 espectadores, que tendría un coste de unos 360 millones de reales (unos 205 millones de dólares).
El gobierno de Bahía espera que esta nueva arena ocupe la ubicación del Fonte Nova, cerca del centro de Salvador, y que sirva de impulso para que la ciudad sea definitivamente elegida como sede.
El nuevo coliseo será construido en asociación con el sector privado que, según Wágner, "ya ha demostrado interés en participar".