Una granada de fragmentación, de las llamadas “de entrenamiento”, estalló la noche del martes pasado en un jardín del diario Cambio Sonora, que causó daños en las ventanas y paredes del edificio. (El Universal)
Una granada estalló la noche de ayer en las instalaciones del periódico Cambio Sonora en Sonora, propiedad de Organización Editorial Mexicana (OEM), lo que ocasionó daños materiales menores.
La jefa de información del rotativo, Beatriz Espinoza, confirmó que una granada, de la que aún se desconocen mayores detalles, fue lanzada y estalló en el jardín frontal de las oficinas administrativas del diario de circulación estatal.
La explosión no lesionó a ningún empleado del diario y sólo ocasionó daños menores en un cristal, una puerta de hierro y en el techo de la sala de juntas, indicó. Espinoza explicó que el artefacto estalló cerca del inmueble principal del rotativo, a un costado de las salas de redacción y de juntas del periódico.
Tras el ataque la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), condenó el atentado contra el diario y el secuestro del reportero Saúl Martínez Ortega, del periódico “Interdiario” de Agua Prieta, por lo que urgió a las autoridades mexicanas a frenar la violencia contra los representantes de los medios de comunicación.
A través de un comunicado, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Gonzalo Marroquín, advirtió sobre el riesgo de más atentados contra periodistas si el Gobierno del presidente Felipe Calderón no actúa de forma rápida.
“Tememos que si las autoridades federales de México no asumen de inmediato el curso de las investigaciones, estaríamos incrementando las estadísticas de las agresiones fatales contra periodistas, la mayoría de éstas sin resolver y sin que los instigadores y ejecutores hayan sido castigados”, señaló.
La SIP destaca que Martínez Ortega, reportero y co-dueño de las publicaciones Interdiario y El Escorpión en Agua Prieta, fue secuestrado por sujetos armados la madrugada del martes 17 de abril frente a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, a donde había llegado a toda velocidad presuntamente huyendo de sus captores, que lo perseguían en dos camionetas.
El organismo con sede en Miami, Estados Unidos, recordó que a la entrada de la oficina pública sólo había un policía de guardia con una pistola, quien solicitó refuerzos.
“Pese a ser testigo del secuestro del reportero, el agente no intervino por no contar el armamento adecuado, según alegó. Poco después del rapto la Policía recorrió las zonas aledañas sin dar con el rastro de los agresores ni con el paradero del periodista”, agrega el comunicado.
“Independientemente de los móviles, nos preocupa el patrón de violencia impune que seguimos observando en México contra los periodistas y la prensa”, expresó el directivo de la SIP y director del diario guatemalteco “Prensa Libre”.