Trabajadores de Simas colocaron las banderas de huelga a las dos de la tarde. (Fotografía de Sergio Reyes)
Activan cuadrilla de apoyo para no interrumpir servicio y mantenimiento
Más de cuatrocientos trabajadores sindicalizados del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) se fueron a huelga ayer al mediodía ante la incapacidad de acordar un aumento salarial. Es la primera huelga en Simas en ocho años.
365 trabajadores sindicalizados afiliados a la Confederación de Trabajadores de México pusieron las banderas rojinegras en la matriz del Simas en bulevar Independencia, en tres sucurales y los 12 cárcamos y 66 norias de la empresa. Los trabajadores rechazaron la propuesta de Simas de cinco por ciento de aumento salarial.
A estos trabajadores se unieron 83 empleados afiliados a otras agrupaciones. Hasta el cierre de esta edición no se había levantado la huelga.
Simas activó un plan de contingencia para que el mantenimiento de la red de agua y drenaje de la ciudad no se vea afectado. 48 trabajadores sindicalizados continuarán trabajando hasta que se retire la huelga. El número de atención 073 continúa en servicio.
El gerente de Simas, Alberto Díaz de León, descartó que vaya a haber problemas en el servicio, y que seguirán las tareas de mantenimiento a pozos.
El emplazamiento a huelga fue hecho desde el 13 de marzo y llevaba ya cuatro prórrogas mientras autoridades y sindicato negociaban. Los trabajadores exigían 7.5 por ciento de alza y el Municipio estaba dispuesto a dar cuatro por ciento.
En la negociación, el sindicato bajó su demanda a 6.5 por ciento y el Municipio la elevó a cinco, pero ahí se rompieron las pláticas ante la negativa del alcalde José Ángel Pérez de ofrecer más y de los dirigentes sindicales de tomar la oferta.
Trabajadores sindicalizados y representantes de la empresa, se acusaron mutuamente de “cerrazón”.
“Si el alcalde José Ángel Pérez hubiera querido, habría impedido que estallara la huelga. Sin embargo, asumió una postura radical en contra y nunca se reunió con nosotros”, dijo el secretario general del sindicato, Javier Ramírez García.
Por su parte, Alberto Díaz de León dijo que, por el contrario, “la cerrazón fue de los sindicalizados, pues nosotros ofrecimos una última propuesta de 4.5, sin embargo el alcalde, como presidente del Consejo del Simas, ofreció un 5 por ciento y ellos no lo aceptaron”.
José Ángel Pérez no estuvo involucrado en el contacto con el sindicato. El fin de semana asistió a la pelea de box de Cristian Mijares en San Antonio y regresó el domingo. Ayer convocó a una reunió del Consejo de Simas y estuvo en contacto con Díaz de León, quien estaba en la última reunión en la Junta de Conciliación y Arbitraje.
El alcalde sólo declaró que está descartada una privatización del sindicato.
Ramírez García dijo que una muestra de que los representantes de Simas estaban decididos a no arreglar el problema es que desde ayer en la mañana “estuvieron sacando computadoras, impresoras y cajas con documentos”.
Díaz de León admitió que se retiró el equipo necesario para montar una oficina alterna en un hotel de la ciudad para que continúe la administración de Simas. Además, pidió el apoyo de la Dirección de Seguridad Pública para que instale vigilancia afuera de su oficina matriz y en sucursales.
