Miles de kenianos salieron ayer a las calles para enfrentarse entre clanes étnicos después de tres días de esperar los resultados de las elecciones generales, en las que Gobierno y partido opositor se declararon vencedores. (EFE)
Decenas de miles de kenianos salieron ayer a las calles para enfrentarse entre clanes étnicos después de tres días de esperar los resultados de las elecciones generales, en las que Gobierno y partido opositor ya se han declarado vencedores.
Miles de seguidores del Partido de Unidad Nacional (PNU) del presidente Mwai Kibaki y del Movimiento Democrático Naranja (ODM), de Raila Odinga, protagonizaron violentos enfrentamientos en Nairobi y Mombasa.
A las 10:00 hora local (07:00 GMT) más de 3 mil miembros del PNU invadieron el recinto de la Universidad de Ciencias para desalojar a una decena de acólitos del ODM que pretendían bloquear el recuento de los miembros de la Comisión Electoral de Kenia por considerar que se habían cometido irregularidades.
Armados con machetes, palos y piedras, las dos facciones intercambiaron lanzamientos de piedras y botellas ante la mirada impotente de unos cuarenta policías. Se contabilizaron varios heridos hasta la llegada de un contingente de militares que se interpuso y logró calmar los ánimos.
Acto seguido y, mientras unos 500 seguidores del PNU permanecían custodiando la entrada a la universidad, otros 2 mil 500 se marcharon corriendo hacia la barriada de Kibera, a medio kilómetro de distancia, desde donde les habían informado de la llegada de varios miles de rivales del ODM.
El contexto es delicado ya que los kenianos siguen sin conocer el nombre del ganador de los comicios que tuvieron lugar el pasado jueves. El panorama de tensión contrasta con el civismo ejemplar con el que los kenianos fueron a votar.
En la sede de la Comisión Electoral un hombre trató de agredir al presidente del organismo, Samuel Kivuitu, en plena rueda de prensa. El agresor fue anulado por los policías, vestidos de paisano, que protegían a Kivuitu.
Kivuitu anunció anoche que Kibaki poseía una ventaja sobre Odinga, con el sesenta por ciento del recuento completado.
El presidente de la Comisión comentó que los resultados finales serían anunciados “probablemente el domingo”, y aconsejó “acudir al Palacio de Justicia, que no está muy lejos de aquí, para que aquellos que no estén de acuerdo con las cifras puedan presentar una denuncia”.
El ODM rechazó estas cifras. Nijab Balala, miembro de la cúpula ejecutiva del partido de Odinga, declaró su “indignación por un robo manifiesto de las elecciones por parte de la Comisión Electoral”.