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Etanol desde el desierto

Julio Faesler

El uso de etanol, alcohol anhidro, para reducir los efectos contaminantes de la gasolina se ha hecho general. Desde hace tiempo PEMEX incorpora como oxigenante proporciones de alcohol anhidro al combustible que vende.

El consumo de gasolinas en México es de 680 mil de barriles diarios y crece a razón de 4.2% al año. Alrededor del 30% lo importamos con un costo de 1, 350 millones de dólares al año.

Pero la carestía del petróleo y la ecología han hecho que cada vez sea más reconocida la urgencia de emprender programas para ir sustituyendo la gasolina y el aceite diesel con biocombustibles.

En Estados Unidos esta necesidad se ha convertido en leyes que dan apoyos fiscales a los productores de etanol y a los que compran vehículos ?híbridos?. Crece el número de gasolineras que expenden ?E-85? y aún ?E-90?. El etanol ya ha sido aprobado para uso en las carreras profesionales.

La cuestión del etanol se ha vuelto un tema de primera importancia para nosotros. Entre las varias razones está la probable baja en nuestra producción de petróleo por agotamiento de reservas que alguna vez nos parecieron casi ilimitadas.

Las importaciones de gasolinas son gravosas para nuestro comercio exterior. El que Pemex sea co-propietaria de la refinería en Texas que nos las provee no quita la sangría de divisas que ello representa. Si sustituyésemos la gasolina que importamos con etanol hecho en casa ahorraríamos esa cantidad.

Las inversiones para explotar los yacimientos profundos en el Golfo de México para aumentar nuestra producción rebasan la capacidad financiera de Pemex y en todo caso tardarán en producir. Una opción está en dirigir inversiones nacionales y extranjeras en la producción de etanol, que además de ser más baja de coste instalación y no implica el agotamiento de ninguna reserva. Resolveríamos con respeto a la ecología nuestra creciente demanda nacional de combustibles.

Es muy sabido que desde hace muchos años Brasil se adelantó a todo el mundo con sus programas de etanol. Actualmente más del 70% de los vehículos de toda clase en ese país se mueve con etanol o combustibles en que la gasolina es un ingrediente a veces menor. 2.3 millones de hectáreas están destinadas a cultivos destinados al etanol.

En México tenemos dos destiladoras de etanol cuya capacidad de de producción es de 346,000 litros por día. En el ciclo 2002/2003 se produjeron en México 39?4 litros de etanol en 15 estados de azucareros. La producción de México de azucar alcanzó 5.8 millones de toneladas en 2004. El consumo nacional es de alrededor de cuatro millones por lo que el sobrante hay que exportarlo en mercados muy competidos. El de EU ha sido particularmente problemático. La solución sería dedicar estos sobrantes al etanol.

Hay proyectos para construir destilerías de alcohol anhídro partiendo de caña en Veracruz y Sinaloa. La mayoría de los proyectos, para Sonora, Veracruz, Tamaulipas, Morelos y Guerrero, parte de maíz. Algunos no satisfarán la demanda interna puesto que su producto ¡será para exportación!

A medida que crezca la demanda de etanol éste se irá obteniendo, no sólo de caña de azúcar y maíz, sino según cada circunstancia local, procesando sorgo, betabel, trigo, cebada, papa, madera, paja y arroz y como se ha visto en India, plantas desérticas. Hasta ahora lo usual es pensar en producir etanol partiendo de las plantas que se mencionan que son consumidores de agua. La caña de azúcar es el mejor ejemplo.

El presidente de la India, APJ Kalam, hombre de letras y ciencias, está convencido de las virtudes de un arbusto llamado ?jatropha? que crece en el desierto y del que se puede procesar etanol y ha lanzado un programa para su cultivo y aprovechamiento integral.

En zonas desérticas la jatofra medra con un mínimo de agua.

Producir etanol de la planta desértica jatofra aprovecha las tierras que no son aptos para la agricultura sea por ser desérticos o por ser suelos agotados.

Los cálculos indios son en el sentido de que cada hectárea puede producir 1.5 toneladas de semilla cuyo contenido de aceite es este 55-65% mismo que se obtiene mediante un proceso de transesterificación y puede esperarse a partir del quinto año una producción de 0.75 ? 2 toneladas por año. El procesado de la planta es tan sencillo que puede ser realizado hasta en las casas mismas con exprimidores simples de fabricación local.

Los volúmenes de etanol que se obtengan de la planta no remediarán, ciertamente, el abasto de combustible ni de México ni de la India, pero sus subproductos son útiles como tintes, esencias medicinales, alimento para ganado y combustible. Su sola presencia sirve como repelente a plagas y sus raíces consolidan terrenos arenosos. Su aprovechamiento integral genera ocupación.

Tan tiene fe el Gobierno indio en el potencial de la jatophra que desde 2003 emprendió un programa de siembra de estos árboles en 50,000 hectáreas de tierras sin uso.

La Jatrofa es un ejemplo más del potencial escondido en los desiertos.

Es curioso notar que el primer motor diesel fue operado con aceite de cacahuate. Rudolph Diesel afirmó que ¡los aceites vegetales llegarían a ser tan importantes o más que los combustibles de petróleo!

24 de febrero de 2007

juliofelipefaesler@yahoo.com

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