La nuevas disposiciones en EU, establecen duras sanciones económicas y penales para los patrones que contraten a indocumentados con conocimiento de causa. (Archivo)
En 20 años el gobierno de Estados Unidos incrementó en más de 500 por ciento su presupuesto para la Patrulla Fronteriza e inspecciones, pero "con resultados inciertos", sostiene el Instituto de Política Migratoria de los Estados Unidos.
Expertos de Estados Unidos sostienen que las acciones de la Patrulla Fronteriza y el respeto a los derechos humanos de los migrantes deben estar bajo lupa constante, tanto del Congreso de ese país como de los propios estadounidenses.
En 1985 el gobierno estadounidense utilizó 281 millones de dólares para la Patrulla Fronteriza, cifra que se multiplicó hasta alcanzar los mil 660 millones de pesos en el 2002, establece el estudio "La migración y el futuro de los Estados Unidos: nuevo capítulo".
Los recursos destinados a inspección por las administraciones norteamericanas pasaron de 146 millones en 1985 a 879 millones, mientras que en los mismos años la inversión en asuntos consulares sufrió un ajuste de 281 millones a 303 millones de dólares.
El estudio elaborado por Doris Meissner, ex responsable del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos de 1993 al año 2000, así como por los expertos Deborah W. Meyers, Demetrios G. Papademetriou y Michael Fix, pone en duda la efectividad del aumento de la asignación de presupuesto a los problemas fronterizos.
"Los esfuerzos de vigilancia de la frontera han recibido recursos considerables en los últimos años, con resultados inciertos. Al poner en marcha las políticas de vigilancia de la frontera, el Congreso y el público necesitan mejor información para evaluar la efectividad de estas inversiones", señalan los expertos en su investigación.
Para los especialistas no hay duda de que la vigilancia de las fronteras debe lograr varios objetivos interrelacionados, como son restringir la entrada indocumentada de personas y mercancías; regular el flujo de personas y mercancías que Estados Unidos desea admitir; proteger contra el terrorismo y otras amenazas a la seguridad nacional; y proteger contar el crimen, la violencia y otras amenazas a la calidad de vida de los estadounidenses.
Para ello, recomiendan, el gobierno de Estados Unidos debe poner en marcha las medidas para una "frontera inteligente" que combinen el personal, el equipo y la tecnología.
Pero "la administración debe presentar un informe anual al Congreso y al pueblo estadounidense que establezca medidas de efectividad para la vigilancia de las fronteras e informe sobre el progreso de su cumplimiento".
Las tareas que a juicio de los especialistas deben estar bajo monitoreo continuo son: el personal y el apoyo de la Patrulla de las Fronteras; la efectividad de la tecnología y la protección a los derechos civiles de los migrantes y los residentes de las comunidades fronterizas.
La aplicación de las leyes de migración en otras áreas de la seguridad de las fronteras debe seguir fortaleciéndose, especialmente en los puertos legales de entrada y en la expedición de visas en el exterior, consideran en el estudio.
A medida que incremente la vigilancia en la frontera del suroeste se incrementarán los estímulos para que las personas utilicen los puertos legales de entrada para lograr ser admitidas en Estados Unidos, sostienen.
La seguridad, añaden, debe ser balanceada con eficiencia, ya que al facilitar el comercio y los viajes legítimos es esencial para la prosperidad y los compromisos de Estados Unidos alrededor del mundo.