Los estadounidenses adelantarán una hora su reloj este domingo, al adoptar un nuevo horario de verano para ahorrar energía, lo cual anticipa problemas para México.
El desfase entre humanos y máquinas este año podría acarrear algunos problemas, con teléfonos celulares, videocaseteras y computadoras ubicados en un horario distinto al de sus usuarios.
En México, el cambio de horario traerá problemas sobre todo en la frontera y en vuelos internacionales.
La medida preocupa a los usuarios de las garitas que cada día deben esperar horas para cruzar la frontera, en particular a los que estudian o trabajan en territorio estadounidense porque deberán iniciar sus actividades desde la madrugada.
México cambia al horario de verano hasta el 1 de abril al adelantar una hora el reloj, para regresar al horario normal el 28 de octubre.
En Estados Unidos se retrasarán los relojes hasta el 4 de noviembre.
Por lo tanto, durante las próximas dos semanas y durante una semana en octubre y noviembre, la hora del centro de México será una hora antes que la del centro de Estados Unidos.
Más de 220 mil bajacalifornianos que cruzan diariamente a Estados Unidos por las cinco garitas de entrada al vecino país resultarán afectados con la aplicación anticipada del horario de verano que acordó el Gobierno de California, Estados Unidos, para ahorrar energía.
A partir de hoy domingo, los californianos adelantarán sus relojes una hora, tres semanas antes de lo que se hará en México, y mantendrán ese horario una semana después de que entre en vigor la hora de invierno.
La diferencia se generó tras la aprobación en 2005 del Acta de Política de Energía de Estados Unidos que ordenó cambiar la entrada en vigor del horario de verano a partir de 2007, con el propósito de prolongarlo un mes más.
Sin embargo, millones de computadoras y otros aparatos electrónicos no fueron programados para contemplar este cambio, que afectará sólo a los aparatos en Estados Unidos.
Para estas máquinas el horario de verano inicia el próximo 1 de abril y concluirá el 28 de octubre, como se acostumbraba hasta el verano pasado.
Las grandes compañías tecnológicas a lo largo de Estados Unidos han estado trabajando en las últimas semanas para solucionar la diferencia.
Entre algunas medidas han emitido parches con soluciones de software a fin de sortear el problema en una labor que costará a las empresas cientos de millones de dólares.