El Departamento de Estado ofreció que compartirá con México cualquier información que tenga para prevenir nuevos atentados terroristas.
Al afirmar que México y Estados Unidos tienen “una buena relación de trabajo” en temas de seguridad, especialmente después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, el portavoz diplomático estadounidense Sean McCormack hizo notar que esa vinculación es para “acrecentar esa relación de seguridad y de información compartida”.
Al mismo tiempo, el grupo Stratfor, una organización que brinda análisis de seguridad para empresas, destacó que el Ejército Popular Revolucionario (EPR) parece haber evolucionado.
Los atentados “sugieren fuertemente que el EPR o al menos una de sus células ha evolucionado, expande su rango de blancos y eleva su ritmo de operaciones”, con el uso de “artefacto explosivos improvisados” (IED, por sus siglas en ingles) “más poderosos que los artefactos comúnmente usados por el grupo”.
Otro analista de seguridad, John Robb, indicó por su parte que México está en “una situación sin paralelo en la que dos populares facciones políticas están en una lucha a muerte” al tiempo que pandillas y grupos criminales prácticamente desafían al Estado mexicano y por tanto “hay un enorme conjunto de actores” sociopolíticos que podrían tratar de aprovechar la oportunidad.
Por su parte, el embajador estadounidense Antonio O. Garza, dijo que México y EU construyen puentes de alianza para identificar el financiamiento al terrorismo y el narcotráfico y trabajar en la seguridad de la frontera entre ambos países.