Senado autoriza disminuir el número de trabajadores invitados a prestar sus servicios a la nación estadounidense.
El Senado aprobó hoy recortar el número de trabajadores extranjeros que podrían ingresar a Estados Unidos con visas temporales como parte de un amplio proyecto bipartidista para una reforma migratoria.
Bajo la propuesta, aprobada por 74 votos a favor y 24 en contra, un nuevo programa de trabajadores invitados tendría un límite de 200 mil al año. El gobierno del presidente George W. Bush se opuso intensamente a dicha limitante.
El secretario de Comercio Carlos Gutiérrez dijo que el cambio, propuesto por el senador demócrata Jeff Bingaman, interferiría con un "componente central" de la medida respaldada por la Casa Blanca para atender la inmigración. Ese plan plantea proporcionar 400 mil visas de trabajo anuales, con una opción para incrementar esa cifra a 600 mil si lo piden las condiciones del mercado.
"La enmienda Bingaman eliminaría esta flexibilidad crucial y recortaría a la mitad el programa de trabajadores temporales", afirmó Gutiérrez en un comunicado.
Hizo sus comentarios en momentos en que el gobierno exhortó al Senado a aprobar la legislación migratoria a pesar de las críticas de parte de los precandidatos presidenciales y legisladores de ambos partidos.
La medida le daría estatus legal rápidamente a unos 12 millones de inmigrantes ilegales que ya se encuentran en el país, al tiempo que reforzaría la seguridad fronteriza. También crearía un nuevo sistema de verificación en los sitios de trabajo para prohibir que los trabajadores indocumentados obtengan empleos.
También establecería un sistema de puntos para las personas que deseen inmigrar en el futuro, el cual pondría menos énfasis en los vínculos familiares y más en la educación y las capacidades que requieren las empresas estadounidenses.
El senador demócrata Barack Obama, también precandidato presidencial, anunció planes para oponerse al sistema de puntos, pues considera que devalúa los valores familiares.
El plan "constituye cuando menos un experimento radical en ingeniería social y un alejamiento de nuestra tradición de que las familias y los empleadores inviten a inmigrantes", dijo Obama, e indicó que luchará contra él.
Su rival con miras a los comicios del 2008, la senadora Hillary Rodham Clinton, indicó que ella buscaría incrementar los nuevos límites que la medida establecería para las visas de los familiares de residentes legales permanentes.