Los Estados Unidos pretenden juzgar al líder del Cártel de Tijuana en su país, y tienen como plazo 60 días para presentar pruebas que sustenten el proceso.
El gobierno de Estados Unidos solicitó formalmente la detención con fines de extradición de Benjamín Arellano Félix, uno de los líderes del Cártel de Tijuana, quien fue notificado la noche del miércoles a través del actuario de un juzgado federal sobre esta petición, para que enfrente en los tribunales de ese país diversos cargos por conspiración para el tráfico de drogas y lavado de dinero.
Esta petición de las autoridades judiciales estadounidenses, abre un proceso en el que el gobierno de ese país tiene un plazo de 60 días naturales para entregar a México todas las pruebas que existen en contra del narcotraficante, que sustentan la solicitud de extradición.
Aunque el abogado Américo Delgado de la Peña, quien representa legalmente a Benjamín Arellano Félix, tras confirmar que su cliente fue notificado oficialmente de que es requerido en Estados Unidos, informó que en los próximos 15 días presentará un amparo.
El litigante señaló que se argumentará la inconstitucionalidad del Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos, para tratar de impedir la entrega de su cliente, en tanto que cuenta con cinco días para entregar sus alegatos ante el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales.
Este juzgado se encargará de revisar las pruebas que aporten las autoridades de ese país, para determinar si procede o no la extradición, una opinión que deberá considerar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para determinar si entrega al capo.
