La policía impuso el martes un toque de queda en la ciudad sagrada chiíta de Karbala y ordenó la evacuación de más de un millón de peregrinos congregados allí, luego de dos días de violencia que dejaron al menos 27 muertos durante un festival religioso.
El portavoz del Ministerio del Interior mayor general Abdul-Karim Khalaf divulgó el saldo de muertos y heridos y dijo que "las entradas y salidas de Karbala han sido aseguradas y más tropas están en camino desde otras provincias".
Otro funcionario del ministerio acusó a la milicia Ejército Mahdi del clérigo radical chiíta Muqtada al-Sadr de atacar a las fuerzas de seguridad en el centro de Karbala, donde están dos mezquitas chiítas bajo control del Consejo Supremo Islámico Iraquí. Las fuerzas de al-Sadr están enfrentadas al consejo en una disputa por poder en las regiones al sur de Bagdad.
El funcionario, que pidió preservar el anonimato por razones de seguridad, dijo que el gobierno en Bagdad había enviado autobuses a Karbala para sacar a algunos de los peregrinos de la ciudad.
Los tiroteos se escucharon el martes en el área cerca de dos importantes mezquitas chiítas en Karbala que son el eje de las celebraciones del cumpleaños del 12° y último imán chiíta, que desapareció en el siglo IX. El festival iba a alcanzar su punto culminante el martes por la noche y el miércoles por la mañana.
Las 27 muertes ocurrieron en dos tiroteos, uno el lunes por la noche y el otro el martes a media mañana. La policía inicialmente culpó a peregrinos chiítas que trataban de forzar el paso por puntos de control de seguridad cerca de la mezquita Imán al-Hussein.
Khalaf dijo que el primer ministro Nuri al-Maliki había enviado más tropas al área desde Bagdad y áreas circundantes.
Dijo que los pistoleros que se enfrentaron a la policía eran "delincuentes", y que el toque de queda fue impuesto por temores ante la gran cantidad de peregrinos.
"La situación está ahora bajo control, pero es preocupante la enorme cantidad de peregrinos. El área en la que se estaban congregando ha sido evacuada para controlar a esos delincuentes", dijo Khalaf. El vocero añadió que los pistoleros se estaban concentrando en tres áreas de la ciudad vieja y fuerzas de seguridad les estaban persiguiendo.
Un miembro del concejo de la ciudad dijo que el centro de Karbala estaba sumido en el caos, con peregrinos corriendo en todas direcciones para escapar de los disparos. Nadie estaba seguro de quién estaba disparando, dijo. El concejal añadió que una granada estalló cerca del templo.
"No sabemos lo que está pasando", dijo el concejal, que pidió preservar el anonimato por razones de seguridad. "Todo lo que sabemos es que el enorme número de peregrinos resultó demasiado para los puestos de control y ahora hay tiroteos".