El secretario de Seguridad Nacional de EU, Michael Chertoff y el director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), David Paulison, viajaron ayer a Ohio y a Minesota para evaluar los daños causados por las graves inundaciones que afectan al centro del país.
Su visita a estos estados se produce un día después de que Chertoff hablara con los gobernadores de Oklahoma, Missouri, Wisconsin, Iowa y Ohio para transmitirles su solidaridad por las víctimas causadas por las lluvias y les ofreciera apoyo para la reconstrucción, señaló el Departamento de Seguridad Nacional.
Ohio, el primer destino de Chertoff y Paulison, experimentó las peores inundaciones de los últimos 100 años y el gobernador Ted Strickland se vio obligado a declarar el estado de emergencia en nueve condados del noroeste y la región central.
Las lluvias provocaron el desplazamiento de cientos de personas que permanecían inmovilizadas en sus viviendas, pero ayer, en Findlay, algunos residentes pudieron volver a sus casas.
En declaraciones a la cadena CNN, Strickland afirmó que las labores de reconstrucción de viviendas y negocios “llevará su tiempo”, pero se mostró confiado en que en los “próximos días o semanas” se puedan iniciar los primeros trabajos.
Las condiciones meteorológicas en Ohio parecen haber mejorado, dado que la lluvia ha cesado y el Servicio Nacional de Meteorología incluso alertó de una ola de calor.
En cualquier caso, las consecuencias de las tormentas han sido devastadoras en términos humanos y materiales, aunque en el caso de Ohio “milagrosamente” sólo ha muerto una persona, según Strickland.
El gobernador de Ohio prometió “apoyo económico rápido” a los ciudadanos afectados que podrán acceder, en aquellas zonas declaradas en estado de emergencia, a ayudas estatales de un máximo de mil 500 dólares por familia, según medios locales.
Para que puedan hacer uso de ayudas federales es necesario que el presidente de EU, George W. Bush, declare a los estados afectados “zona de desastre”.
Los gobernadores intentan persuadir a Bush para que emita una declaración de emergencia y acceda a proporcionar apoyo federal.
Pero las tormentas no sólo castigaron a Ohio y Minesota, sino a otros estados como Texas, Oklahoma y Missouri, donde la cifra de víctimas alcanza al menos 26 personas, según medios locales.
Las inundaciones devastaron, asimismo, algunas áreas de Iowa y Wisconsin.