Un ex asesor legal del gobierno de George W. Bush indicó el martes que varios elementos de su muy criticado programa de espionaje interno eran ilegales.
Hay aspectos del Programa de Vigilancia contra el Terrorismo "para los cuales no pude encontrar bases legales", dijo Jack Goldsmith, ex encargado de la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia, en declaraciones a la Comisión Judicial del Senado.
Pero el ex funcionario no precisó cuáles reglamentos o normas constitucionales fueron violadas por el programa. Goldsmith indicó que la Casa Blanca le impide decir cualquier cosa sobre el análisis legal del programa, detalles requeridos por la mayoría demócrata y algunos republicanos.
En su calidad del principal asesor legal de la Casa Blanca de 2003 a 2004, Goldsmith estaba a cargo de escribir interpretaciones y opiniones de carácter judicial para el poder ejecutivo.
Las bases legales para el programa tienen un carácter tan secreto que en un principio no fue dada a conocer a las principales autoridades, entre ellas el asesor legal de la Agencia de Seguridad Nacional, que condujo las acciones de espionaje.
El entonces subsecretario de Justicia James Comey tampoco fue enterado de los detalles del programa, a pesar de su peso para autorizar la intervención de comunicaciones a nivel nacional, sin un recurso legal previo, al no estar disponible para ello el titular de la agencia.
Goldsmith dijo considerar que la Casa Blanca no quiere que se analice la legalidad del programa e indicó que "el secreto extremo, al grado de no recibir asesoría de los expertos, ni siquiera mostrándoselo a ellos, causó muchos errores".
