La ex primera dama venezolana, María Isabel Rodríguez, llamó hoy a sus compatriotas a dar "rotundo no" en el referendo del próximo 2 de diciembre a la reforma constitucional impulsada por su ex esposo y presidente del país, Hugo Chávez.
Rodríguez, una ex locutora de 41 años, sostuvo que el proyecto de modificaciones constitucionales presentado por Chávez "es írrito e ilegal", entre otras cosas, porque "no es una reforma" del texto, sino un "cambio en el espíritu originario" de la Carta Magna.
La ex primera dama, que se separó de Chávez en 2002 tras cuatro años de matrimonio, reiteró que la reforma de 69 de los 350 artículos constitucionales debió ser asumida por una Asamblea Constituyente y que "así lo saben" los diputados del Parlamento oficialista que aprobó el proyecto.
Resaltó que ante el hecho de que la iniciativa se someterá a consulta, la población debe ser "consciente" y "salir a votar un rotundo no", en una breve entrevista telefónica con la cadena privada de noticias "Globovisión", opositora al Gobierno.
Rodríguez, quien integró la Asamblea Constituyente que en 1999 redactó la actual Carta Magna, argumentó que "mucha gente no sabe por lo que va a votar" en la consulta popular sobre los cambios constitucionales, convocada por el Poder Electoral.
La ex primera dama aseveró que su "punto de vista" sobre el proyecto de reforma es compartido por "mucha gente dentro del 'chavismo'", quienes "no se atreven a decirlo porque se exponen al escarnio público" por parte del mandatario.
Entre los argumentos para rechazar el proyecto, citó la propuesta de reducir de ocho a seis la jornada laboral, lo que, aseveró, "no necesita una reforma" de la Carta Magna, sino "un desglose de la ley laboral vigente".
Además de la reducción de la jornada laboral, la iniciativa de Chávez incluye la reelección indefinida presidencial y la posibilidad de que el Estado restrinja la información y suspenda el derecho al debido proceso durante los estados de excepción.
También establece un nuevo ordenamiento territorial, nuevas formas de propiedad y delega en la Presidencia de la República el manejo de las reservas internacionales del país, actualmente de 30.962 millones de dólares, según el Banco Central de Venezuela (BCV-emisor).
Chávez y sus aliados defienden los cambios constitucionales con el argumento de que dará "más poder al pueblo" y reforzará el proyecto "revolucionario" de instaurar el sistema socialista, el "único camino a la paz y la justicia".
La oposición rechaza la reforma por considerar que es "antidemocrática" y otorga poderes "imperiales" a Chávez que lo "eternizan" en el poder, que asumió por primera vez en 1999.