La semana pasada reapareció oficialmente en la televisión a nivel nacional el comentarista Roberto Gómez Junco incorporado al equipo de Televisa Deportes. La presentación tuvo lugar en el partido de la selección mexicana ante Venezuela marcando el retorno de una de las voces mas autorizadas en el medio del balompié nacional.
Gómez Junco fue jugador profesional allá por los finales de los setenta y mediados de los ochenta participando con el desaparecido Atlético Español, Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Guadalajara y Toluca y su clase y profesionalismo le hicieron titular indiscutible en cada uno de esos cuadros.
Posteriormente trabajó en Televisión Azteca al lado de José Ramón Fernández y su voz se hizo oír con el comentario centrado, objetivo y mesurado que parecía no tener cabida en esa mesa de trabajo.
Su salida de la televisora del Ajusco estuvo signada por la discreción y quizá por ello mucha gente piense que Roberto dio el brinco a la avenida Chapultepec sin tocar baranda ignorando el dato que hace mas de tres años que no aparecía en la pantalla chica a nivel nacional. En un medio periodístico de pobre expresión oral, la claridad del analista avecindado en la Sultana del Norte viene a ser una aportación mas que interesante y nutre el proyecto de apertura en que desde hace ya algunos años se han empeñado los dirigentes de Televisa.
Por supuesto que en México, independientemente del medio de comunicación en que trabajen, existen periodistas capaces y honestos pero desgraciadamente son minoría y el futbol es tan generoso que le permite casi a cualquiera presumir la etiqueta de ?experto? sin saber nada mas de lo que conoce el aficionado normal que, dicho sea de paso, pretende ser orientado y educado por esos vendedores de humo.
Gómez Junco aporta objetividad, polémica razonada y equilibrio en circunstancias de una competencia encarnizada por lograr satisfacer al público, es decir a usted, que tiene el inmenso poder de cambiar de canal en el momento que así lo decida y generar el temido ?rating? que es al final el gran indicador de las preferencias de los televidentes.
Seguramente Roberto recibirá críticas por su contratación a Televisa pero serán por una malentendida fidelidad a su anterior empresa mas no creo que haya quien se atreva a cuestionar su capacidad y es ahí donde radica la importancia de su contratación: devolverle a la gente en televisión abierta a un periodista de amplio conocimiento, integridad probada y voz totalmente autorizada.
Así como en algún momento fue gratificante dirigirlo en la cancha como jugador en mis épocas de árbitro, es ahora un privilegio tenerlo como compañero de trabajo. Bienvenido, Roberto Gómez Junco y ojalá que su refuerzo sea para bien de él en lo personal y de la empresa que lo ha contratado porque al final el único ganador será usted, amable lector, cuando vea la televisión.
En otro orden de ideas, ¿qué onda con el Monterrey? es increíble que un equipo pueda desdibujarse tanto, perder la idea futbolística y entregar el barco de manera tan lastimosa. Con el triunfo del Santos, ¡lotería!, los rayados ocupan el sótano general del campeonato y seguramente los focos rojos se han encendido en la Sultana.
Hay quién piensa que el mal radica en la desconexión entre el ?Piojo? Herrera y sus jugadores; yo creo que la directiva tiene mucha culpa de lo que hoy pasa pero debe poner remedio a la brevedad. La mejor afición de México no merece esa murga de equipo.