MÉXICO, D.F.- Por los apretados pasillos de esta exposición podemos ver una fábrica de muñecas que datan del siglo XIX, alcancías de luchadores, locomotoras, un "pin ball" del siglo pasado, naves espaciales, casas, robots, el vestuario original de "El Santo" y demás seres fantásticos que alegraban los juegos de los chicos de ese entonces, todo un recuento de los juguetes con los que nuestros padres y abuelos jugaban cuando eran niños.
Pocas personas conocen la existencia de este lugar dedicado a los instrumentos para jugar, de antaño. Se trata del Museo del Juguete Antiguo México (México Toy Museum) que exhibe una colección privada de antiguos juguetes y que se halla en la colonia de los Doctores, en la capital del país.
Este no es precisamente un espacio dedicado sólo a lo niños sino que es más bien un lugar para que los adultos hagan un viaje al pasado, recordando su infancia. Hay unos 10 mil juguetes en exhibición y más de un millón embodegados.
La singular muestra fue reunida por el arquitecto Roberto Shimizu, egresado Universidad Nacional Autónoma de México y con posgrados en Londres y Tokio. En ella se despliega la historia del juguete desde el siglo XIX, la cual ha sido preservada para mostrar que "debemos volver a ser lo que éramos", dijo Shimizu y agregó:
"Inevitablemente, los objetos desencadenan los recuerdos en los visitantes" -Más de un millón de juguetes... se ve que a usted le gusta jugar...
- Sí, pero no sólo eso. Tuve una infancia muy feliz y mis papás disponían de recursos; tenían una dulcería y una juguetería; casi te puedo decir cuáles eran los más populares, cuáles se vendieron, cuáles eran los caros.
-¿Y cuánto tiempo lleva jugando?
- Empecé como a los siete años, tengo 61.
-Para usted, ¿qué significa el juego?
-Es la única época feliz del ser humano. La felicidad absoluta fue cuando éramos niños, los juguetes de hoy son pasatiempos.
-¿Y su juguete preferido? -El patín del diablo, ¡uuuy!, olvídate. Los niños nos reuníamos para jugar con ellos; inclusive los patines se vendían a veces en pares y a veces sueltos, porque no había mucho dinero, pero nos llevaban lejos. Los juguetes de ahora se hacen para jugar en un cuarto cerrado y sobre la alfombra.
Conocedor del juguete como él solo, el arquitecto Shimizu exhibe sus tesoros en vitrinas y mostradores; entre la multitud de piezas, hay varios robots diseñados por él mismo. Los ha agrupado en diversos habitats, clasificados según el material de que están hechos, su origen o época.
En el museo se admiran muchos de los juguetes que han sido los más representativos del siglo pasado.
Al respecto, Forbes y un portal español confeccionaron una lista con las preferencias de los niños de todo el mundo, para jugar, según el paso del tiempo. Entre los juguetes más populares de los últimos 100 años, destacan los siguientes:
A principios de siglo, los chicos disfrutaban de los crayones o lápices de cera, los trenes, los osos y los primeros modelos de autos.
El año 1915 fue marcado por la presencia de las muñecas, que comenzaron a revolucionar el mercado con las conocidas figuras de paño y pelo de lana. Seguían firmes los autos réplicas de los reales.
En 1938, el mercado de los juguetes se enriqueció con el mundo de las imágenes tridimensionales y el famoso View-Master se transformó en lo más buscado de la época.
La década del 40 fue famosa por la irrupción de los juegos de mesa, con el Scrabble como el más popular de su tiempo, para pasar largas horas buscando palabras.
En 1950 la industria plástica aportó la innovación de los juguetes articulados, con la célebre Barbie a la cabeza de todas las muñecas. Además, se perfeccionaron las réplicas de autos con los vehículos de la serie Matchbox.
En la década del 60 aparecieron los héroes televisivos con sus accesorios, para desterrar definitivamente a los viejos soldaditos de plomo en las batallas imaginarias.
En los 70, los juguetes más populares fueron los "de ingenio", como el famoso cubo mágico, los playmobil con toda su colección y seguían avanzando los muñecos para niños con las réplicas de la Guerra de las Galaxias.
La década del 80 no registró grandes cambios en la tendencia de los años anteriores y fueron muy populares las muñecas con gestos, los pequeños ponys y las tortugas ninjas.
En 1990 ya había una gran variedad de juguetes entre los que sobresalían el famoso Tamagochi, que desvelaba a los niños.
El arquitecto Shimizu dijo que no le ha interesado promover su museo, porque la suya es una colección personal que ha ido integrando.
Algunas de las piezas que exhibe fueron de su uso personal, pero la mayoría las ha comprado en diferentes partes del mundo, incluso en mercados de pulgas. Y no busca lucrar con él, sino preservar juguetes que, en su opinión, resultaban más benéficos para los niños, porque promovían la creatividad, el ejercicio y la convivencia con los amiguitos.
