Los sarapes se han convertido en toda una tradición mexicana que ha dejado testimonio de las antiguas civilizaciones.
Llegará a Torreón una muestra de textiles arqueológicos proveniente del INAH que reúne piezas del acervo más importante de textiles del país
TORREÓN, COAH.- Llenos de colores, de texturas y materiales variados, los sarapes representan una de las tradiciones más contundentes de la cultura mexicana y en particular de la coahuilense, y eso será posible apreciarlo a través de la muestra Sarapes Antiguos Una Historia, Textiles Arqueológicos de la Cueva de la Candelaria.
Se trata de un especial compendio proveniente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), resguardado por el Museo Nacional de Antropología y que el próximo jueves 22 de noviembre a las 8:00 de la noche será inaugurado en la Sala Coahuila del Museo Regional de La Laguna, esto como parte de los trabajos de difusión que se realizarán este mes sobre el patrimonio cultural en el Estado de Coahuila.
La colección reúne piezas que por su calidad y técnica forman parte del acervo más importante de textiles del país, así como por las dimensiones, materia prima y diseños que presentan.
Serán cinco sarapes elaborados en el Siglo XIX, que muestran la tradición de su tejido por medio de telares que llevaron los Tlaxcaltecas hasta el Estado de Coahuila a fin de colonizar el norte del país.
Durante la exposición, se realizará un taller de artesanos dándose a conocer productos de lana y algodón, dando paso al conocimiento de una labor sumamente complicada como lo es su tejido.
La historia del sarape puede seguirse, ya sea a través de la producción textil del algodón y de la lana, materias primas con las que se manufactura o de su presencia constante como parte de la indumentaria mexicana.
El sarape, a partir de la fusión de las tradiciones mesoamericanas y europeas del tejido, se elabora en diferentes regiones del país en donde tilma, manta, gabán, jorongo, cotón, cobija y frazada son los nombres más usuales que designan las adaptaciones de la misma prenda para usos específicos.
Debido a su presencia a través de la historia nacional, el sarape ha llegado a convertirse -junto al sombrero- en un símbolo de la tradición mexicana.
Y cabe mencionar que el sarape más famoso de la República es el de Saltillo, que es una amalgama de las tradiciones mesoamericana y la española, y se consideraron como los mejores sarapes los elaborados a lo largo del Siglo XVIII y la primera mitad del Siglo XIX.
COLECCIÓN DEL INAH
Los sarapes de Saltillo se convirtieron en piezas muy importantes gracias a su calidad y técnica, y hoy en día se encuentran en distintas colecciones tanto en el extranjero como en el país.
El Museo Nacional de Antropología cuenta con otros seis ejemplares de Saltillo provenientes de comunidades mestizas de los acervos etnográficos, cuya antigüedad es el siglo pasado y fueron donados al Museo entre 1950 y 1965 y sus características varían en dimensiones, materia prima, lienzos, el diseño que va de acuerdo a las tres zonas de la decoración del sarape; la bocamanga, el fondo y el borde del sarape y el color.
