Soldados birmanos bloquean las calles de Rangún, Myanmar (Birmania), para evitar que se concentren los manifestantes. (EFE)
Advierte la UE que se analizan posibles medidas a tomar si los militares aplican más violencia contra manifestantes.
China y Japón, los principales aliados políticos y económicos de Myanmar, exhortaron ayer a los líderes militares de ese país a que empleen medios pacíficos para restablecer la estabilidad tras la reciente represión de manifestaciones.
El primer ministro chino Wen Jiabao le aseguró a su colega británico Gordon Brown que Beijing está “muy preocupado por la situación actual” en Myanmar, afirmó la Cancillería china en un comunicado, después de que Gran Bretaña y otros países de la Unión Europea exhortaron a China a que ejerza su influencia sobre su vecino, antiguamente llamado Birmania.
“China espera que todas las partes en Myanmar se contengan y usen medios pacíficos para restablecer la estabilidad lo más pronto posible”, dijo Wen, e indicó que la comunidad internacional debería ofrecer ayuda constructiva para solucionar la situación.
Brown dijo que ayer habló sobre Myanmar con Wen, con el presidente estadounidense George W. Bush y con otros gobernantes, en una jornada en que un enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, se reunió con los gobernantes militares de la nación del sureste asiático.
“Después de las conversaciones que he tenido con el premier Wen, el presidente Bush y con otros líderes de todo el mundo, espero que el señor Gambari le pueda decir hoy al régimen birmano lo serio que nos parece esto y que hay un enorme enojo en todo el mundo por las muertes y por la violencia que se está cometiendo contra el pueblo birmano”, afirmó Brown.
Javier Solana, canciller de la Unión Europea, también exhortó a China a que ejerciera mayor presión sobre Myanmar.
“Todos los países que tienen influencia sobre los gobernantes (de Myanmar) deben actuar ahora”, señaló, según lo citó el diario alemán Bild am Sonntag. “Esto, desde luego, es cierto para sus vecinos inmediatos como China”.
Solana dijo que la UE está presionando para que haya una reconciliación, pero advirtió que los europeos también están analizando posibles medidas a tomar si los militares aplican más violencia contra los manifestantes.
Washington acusó a la junta militar de Myanmar de intentar ocultar la violencia, y exhortó “a todas las naciones civilizadas” a presionar al Gobierno del país asiático para detenerla.
“Ellos (la junta militar) no quieren que el mundo vea lo que está pasando allí”, dijo el viernes Scott Stanzel, portavoz de la Casa Blanca, en Washington.
En París, el líder opositor en el exilio Sein Win pidió a Occidente que incremente la presión sobre el régimen de Myanmar y dijo que los militares se están “comportando como un Ejército de ocupación”.
Llega a Myanmar enviado de la ONU
El enviado de la Organización de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, llegó ayer a Myanmar en busca de convencer a la Junta Militar de que termine con la represión a los manifestantes opositores, que demandan un fin a 45 años de régimen de las Fuerzas Armadas.
Mientras tanto, las calles que habían sido escenario de violentos operativos de represión permanecían en calma. En casi todas las esquinas de las dos ciudades más importantes del país, Yangón y Mandalay, había soldados.
Gambari llegó por la tarde al aeropuerto de Yangón y mantuvo un primer encuentro con funcionarios de la ONU, de acuerdo con un comunicado de la organización. “Después de una serie de conversaciones en el aeropuerto, viajó a Naypitaw”, donde están los líderes militares del país, agregó el comunicado.
Algunos diplomáticos occidentales manifestaron que el programa de actividades de Gambari fue fijado por el Gobierno y probablemente no incluirá encuentros con líderes opositores, entre ellos la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu, que se encuentra bajo arresto domiciliario.
El enviado tenía confianza. “Espero reunirme con toda la gente que necesito reunirme”, expresó Gambari antes de abordar en Singapur el avión que lo llevó a Myanmar.