Las visitas a Diego Maradona han sido prohibidas por los médicos que desde hace una semana le asisten en el sanatorio Güemes de la capital argentina a causa de una hepatitis tóxica aguda que padece por el consumo de alcohol.(Archivo)
Refuerzan vigilancia ante el temor de que el futbolista se escape de la clínica donde está internado.
Ofuscado y a los gritos, Diego Maradona exigió irse del sanatorio donde está internado desde hace una semana, dijo su médico personal Alfredo Cahe, quien además reveló que ya se pidió la intervención de la justicia ante algún posible episodio autodestructivo.
"Me pegó tres o cuatro gritos y me dijo: 'firmás y me sacás de acá"', subrayó Cahe en la noche del martes en declaraciones al canal América TV.
Además, Cahe reveló que "ya se pidió la intervención de la justicia en este caso, tiene la firma de las hermanas".
El temor de Cahe es que Maradona intente escaparse del sanatario Güemes, donde fue internado de urgencia y contra su voluntad el miércoles pasado, bajo los efectos de una intoxicación alcohólica y excesos con la comida y el tabaco.
Cahe dijo que Maradona tuvo un pico depresivo "más intenso" en los últimos días, aunque sin embargo "nunca" pidió ayuda terapéutica.
Maradona pasa la mayor parte del día sedado porque atraviesa un período de abstinencia alcohólica y por el momento se ha prohibido el ingreso de familiares y allegados al cuarto de la clínica, según dijo el martes el doctor Héctor Pezzella, director del sanatorio Güemes.
"Las visitas lo ponen muy tenso y nervioso", agregó el galeno.
El diario Clarín del miércoles dice que los reclamos más reiterados de Maradona a familiares y allegados que están en un cuarto contiguo al suyo son: "Sacáme de acá", "Llevame a casa" ó "¿Cuándo me voy a ir?".
Maradona, según Pezzella, está lúcido por breves períodos de "cinco a 10 minutos en tres o cuatro oportunidades en el día".
En esos momentos, el "Diez" "a veces pide comida, a veces pide bebida y pregunta 'cuándo me voy a ir', pero sin agresividad", aclaró el médico.
Maradona, de 47 años, estuvo al borde de la muerte en 2000 y 2004 cuando estuvo internado por su adicción a la cocaína, un problema que sus médicos dicen que ya superó.
