Miles de personas participaron ayer en una protesta para pedir la renuncia del primer ministro israelí Ehud Olmert, en Tel Aviv, Israel. (EFE)
Miles de personas marcharon ayer por las calles de Tel Aviv pidiendo la renuncia del primer ministro Ehud Olmert, presionado por la forma en que condujo la guerra contra los guerrilleros de Jezbolá en el Líbano el año pasado.
Olmert, en tanto, parecía estar aplastando una incipiente rebelión en las filas de su partido Kadima, al menos por ahora.
La ministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni, una líder dentro de la Fuerza, pidió el miércoles la renuncia de Olmert, y otra de las figuras partidarias, el jefe de la coalición en el parlamento Avigdor Yitzhaki, dimitió para protestar por la negativa del primer ministro a dar un paso al costado.
Otros funcionarios de Kadima, sin embargo, apoyaron a Olmert, conscientes de que un amotinamiento masivo podría conducir a comicios anticipados con la posibilidad de una derrota para su partido.
Algunos sondeos indican que el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, líder del partido opositor Likud, ganaría si se realizaran nuevas elecciones.
Miles de personas marcharon hacia la plaza ubicada frente a la alcaldía de Tel Aviv al anochecer. En oportunidades anteriores, cientos de miles de manifestantes han acudido a las protestas y se consideraba que la cantidad de personas que participaban en esta representará la magnitud del enojo popular.
Los legisladores Effie Eitam y Yossi Beilin dejaron de lado sus profundas diferencias políticas y juntos escribieron una columna en un diario demandando un cambio de liderazgo. Vaticinaron que cientos de miles de israelíes participarían de la protesta en Tel Aviv para pedir un nuevo líder.
“Los dos estamos convencidos que Olmert tiene que dejar su puesto debido a su gran fracaso durante la segunda guerra del Líbano”, escribieron Eitam y Beilin en la columna publicada en el diario Maariv bajo el título “Acudir a la protesta”. Eitam es de tendencia más nacionalista mientras que Beilin favorece concesiones a los árabes.
Alon Davidi y otros 34 manifestantes comenzaron a marchar hacia Tel Aviv dos días antes, desde la población de Sderot, a unos 70 kilómetros (45 millas), en el oeste del país.
“Queremos que venga la mayor cantidad posible de gente a la plaza y diga ‘Ehud Olmert váyase’, ‘(ministro de Defensa) Amir Peretz, váyase’”, expresó Davidi en declaraciones a Radio Ejército.
Sderot es la población donde nació Peretz, un blanco frecuente de los ataques con cohetes de milicianos palestinos.
Olmert sostiene que permanecerá en su puesto para remediar varias fallas cometidas durante la guerra e identificadas en un reciente informe de una comisión investigadora.
La guerra comenzó el 12 de julio, cuando un grupo de guerrilleros de Jezbolá cruzó hacia Israel y mató a tres soldados y capturó a otros dos.
En 34 días de enfrentamientos murieron cerca de 160 israelíes y cayeron en el norte israelí alrededor de cuatro mil cohetes de Jezbolá. Murieron asimismo unos mil civiles y combatientes libaneses.