La ciudadanía está acostumbrada a vivir infringiendo el Reglamento de Tránsito en Santa María del Oro.
Sólo intentan aplicar mano dura, no para fastidiar, sino para evitar accidentes
El Siglo de Durango
EL ORO, DGO.- Entre un 70 y 80 por ciento de los conductores de Santa María del Oro son infractores del Reglamento de Tránsito, con transgresiones que van desde lo más simple como la falta de uso de las luces intermitentes o direccionales, hasta los conductores menores y excesos de velocidad.
Jaime Agustín Martínez Regis, director de Seguridad Pública y Vialidad, señaló que en este aspecto la ciudadanía de la cabecera municipal de El Oro no ha puesto mucho de su parte para fomentar una cultura de respeto al peatón y al Reglamento de Tránsito, aunque dijo que hay excepciones.
Exceso de velocidad, estacionados en doble fila, menores conductores o alcoholizados, sobrecupo de vehículos, viajar en posiciones riesgosas, circular en sentido contrario, ignorar los señalamientos y hasta no utilizar luces intermitentes o direccionales que en algunos casos pueden evitar accidentes, son situaciones que se presentan en esta ciudad de manera constante.
Martínez Regis señaló que han tratado de tomar medidas para concientizar a la ciudadanía acerca de la responsabilidad que requiere conducir un vehículo de motor; incluso, personalmente creó un cuestionario sencillo para aplicarlo a los solicitantes de licencia de manejo.
Con dicho documento se podría diagnosticar de manera simple el conocimiento básico de los solicitantes de licencias de conducir de las leyes de tránsito; sin embargo, el Cabildo no lo aprobó, pues lo consideraron gravoso.
Por el contrario, la gente sigue buscando “palancas” con familiares, compadres y amigos, para evadir responsabilidades, situación que complica el desempeño de los encargados del orden.
También se han llevado a cabo cursos de vialidad, entre los que destacó la actividad en la que estuvieron presentes directivos de Tránsito de la ciudad de Gómez Palacio.
El curso se hizo para maestros, alumnos y padres de familia, con una respuesta positiva por parte de los dos primeros grupos, mas no de los tutores, que mostraron total desinterés.
Se ha intentado aplicar mano dura, no para fastidiar, sino para evitar accidentes, por ejemplo, al tratar de evitar que los menores conduzcan, recibiendo reclamos de parte de los padres, como que sus hijos necesitan ir a la escuela en auto por su lejanía o que les están ayudando a trabajar.
“Sabemos a qué hora es la entrada a la escuela y dudamos que los adolescentes trabajen hasta altas horas de la noche, por lo que solicitamos a los padres que tomen conciencia del peligro que corren sus hijos cuando andan tomados por las principales calles, colgados de los vehículos, jugando arrancones y otras cosas que ponen en riesgo sus vidas”, manifestó Jaime Agustín Martínez.
El funcionario indicó que falta mucho en el municipio en cuanto a la educación vial y el respeto al Reglamento de Tránsito, pero en los últimos años se ha tratado de cambiar la postura de la gente y, aunque el resultado sea poco, hay avance.
Caos en el Centro
El primer cuadro de la ciudad de Santa María del Oro es la zona más difícil de controlar en cuanto al tráfico vehicular, sobre todo durante los fines de semana en que la mayoría de la gente se aglutina en sus vehículos en las principales calles.
Todos quieren pasar por la Plaza Principal, comentó Jaime Agustín Martínez Regis, director de Seguridad Pública y Vialidad, situación que genera un caos vehicular que sólo se puede desahogar cerrando algunas calles.
Generalmente se cierra la calle Carranza, y aunque los automovilistas se molestan, es la única manera de desahogar la calle Hidalgo, en la que a todos les gusta estar los fines de semana.