Cuando musulmanes asistían a su templo, fueron sorprendidos por un artefacto explosivo, dejando siete muertos y más de 30 heridos.
Al menos siete personas murieron y más de 30 resultaron heridas al explotar una bomba en una mezquita histórica del sur del país mientras los feligreses asistían a un servicio religioso, dijeron las autoridades.
La policía encontró y desactivó otras dos bombas en la ciudad de Hyderabad.
Minutos después de la explosión, un grupo de musulmanes enojados por lo que describieron como una falta de protección policial, comenzaron a gritar y arrojar piedras contra la policía, que respondió lanzándoles gases lacrimógenos y golpeándolos con bastones para dispersarlos.
La explosión y los enfrentamientos posteriores entre los feligreses y los agentes de seguridad generó temores de que se expanda la violencia étnica en la ciudad, que desde hace tiempo enfrenta tensiones entre los hindúes y los musulmanes.
Muchos de los 35 heridos en la explosión de la mezquita La Meca Masjid, del siglo XVII, estaban en estado de gravedad, y el jefe de la policía local, Balwinder Singh, advirtió que la cantidad de muertos podría aumentar.
Y.S. Rajasekhara Reddy, el funcionario de mayor jerarquía del estado de Andhra, donde está localizada Hyderabad, pidió calma a los hindúes y musulmanes.
La bomba, fabricada con una granada colocada en un tubo de metal, fue detonada por un teléfono celular que estaba junto al artefacto, dijo el jefe de la policía estatal Mohamed Abdul Basit.