Los militares norteamericanos murieron ayer al explotar una bomba al paso del convoy en el que viajaban en la región de Diyala, al noreste de Bagdad.
El ataque terrorista deja 25 personas muertas y 40 heridos.
Dos carros bomba conducidos por suicidas estallaron hoy en un mercado y una comisaría cerca de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, oeste de Irak, y causaron la muerte a 25 personas y heridas a otras 40.
El primer ataque tuvo lugar en el mercado popular de Albu Thiyab, en el este de Ramadi, donde al menos 15 personas fallecieron y otras 30 resultaron lesionadas, precisó el coronel Tarek al Dulaimi, de la policía de la provincia de Al Anbar.
Alrededor de 15 minutos después otro kamikaze impactó su coche lleno de explosivos contra una comisaría de la policía de Salam, cerca de Ramadi, y causó la muerte a 10 personas, entre ellas cinco agentes, así como 10 heridos.
Ramadi, ex bastión rebelde y feudo de la insurgencia sunnita en Irak, es escenario de combates entre grupos cercanos a la red Al Qaeda y las fuerzas estadunidenses.
La mayoría de las bajas sufridas por las tropas estadunidenses desde la ocupación del país en marzo de 2003, se han producido en la provincia de Al Anbar, que alberga a varios grupos insurgentes que mantienen vínculos con la organización que dirige Osama Bin Laden.
Los atentados de este lunes en Ramadi tienen lugar un día después de que ocho soldados estadunidenses murieron, seis de ellos en un ataque con bomba al paso de su patrulla en la provincia de Diyala, al noreste de la capital iraquí.
Estas bajas en el ejército estadunidense elevan a tres mil 374 la cifra de militares muertos en Irak desde la invasión en marzo de 2003, según informes del Pentágono.
En tanto, al menos 23 personas murieron anoche en un ataque de la insurgencia contra los asistentes de una boda de un policía que tenía lugar cerca de la ciudad de Faluya, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, de acuerdo con fuentes policiales iraquíes.
