La muestra permanecerá hasta el 30 de julio. (Fotografía de Guillermo Vacio)
TORREÓN, COAH.- La Embajada de la República Federal de Alemania en México expone desde ayer en el atrio de Plaza Cuatro Caminos una obra fotográfica sobre la división del territorio alemán con el Muro de Berlín por parte de los aliados encabezados por Rusia, Estados Unidos y Gran Bretaña, después de la caída del llamado Tercer Reich.
Gustavo Kientzle Baille, vicecónsul de la República Federal de Alemania en Torreón, señaló que la exposición que se viene presentando desde hace ya algún tiempo en distintos países, tiene como fin el que no se olvide lo que representó y sigue representando en la historia de la humanidad lo ocurrido durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
La exposición consta de aproximadamente 20 fotografías y en ellas se cuenta desde la edificación del muro hasta su caída el nueve de noviembre de 1989, cuando muchos alemanes suspiraron con alivio al ver cómo se derrumbaba el símbolo de la opresión y la falta de libertad en que vivían. Las fotografías se estarán exponiendo al público lagunero en el atrio de Plaza Cuatro Caminos hasta el lunes 30 de julio.
A manera de remembranza, el vicecónsul informó que después de la culminación del conflicto armado, Europa y en general todo el mundo sufrieron una fuerte recesión económica, sin embargo para Alemania esta situación se agudizo aún más cuando el 13 de agosto de 1961 comenzaron a levantarse las barreras y a cortarse las comunicaciones entre la parte oriental y la occidental.
Aquel día los berlineses amanecieron con la visión de los ladrillos que les separaban de sus familias y amigos del “otro lado”. Muchos de ellos reaccionaron a tiempo y pudieron abandonar la ciudad clandestinamente.
Una barrera de hormigón de 47 kilómetros de largo y cuatro metros de alto se interpuso entre vecinos y dio lugar a dos formas de vida diferentes. Con el tiempo, el muro llegó a tener una longitud de 169 kilómetros (111 de cemento y 58 de alambrado).
Las medidas de seguridad alrededor del muro se fueron reforzando poco a poco. En algunas zonas se instalaron pivotes de acero junto al foso para impedir el acercamiento de los coches. Fueron muchos los berlineses que trataron de cruzar el muro durante los 28 años que estuvo en pie. Algunos de ellos perdieron la vida en el intento.
Hasta después de varias décadas muchas personas volvieron a ver a su familia y pudieron por fin, salir de un país que les cerraba la libertad de tránsito. El muro cayó, sin embargo todo había cambiado.
