Unas diez personas se manifestaron ayer contra las huelgas de los sindicatos de transporte, especialmente el tren, y los bloqueos de los universitarios, que mantienen a Francia sin transporte desde hace seis días. (EFE)
Se cumplen seis días de la huelga contra la reforma de Nicolas Sarkozy al sistema especial de jubilación.
Los sindicatos ferroviarios franceses renovaron ayer el llamamiento al paro durante 24 horas más, por lo que la perturbación de ese transporte se prolongará al menos hasta hoy por la tarde.
Seis centrales acordaron mantener la huelga que, junto a la empresa pública de transporte urbano de París y su región, llegó ayer a su sexto día y que ha supuesto hasta ahora una notable alteración del servicio y un perjuicio para los usuarios.
El dirigente del sindicato CGT Didier Le Reste confirmó la continuidad de la movilización, aunque aseguró que las organizaciones acudirán el miércoles por la tarde a un encuentro con los responsables de la empresa y un representante del Gobierno para intentar superar el conflicto.
Esa reunión está convocada para fijar un calendario y un método de trabajo destinado a acercar posiciones después del rechazo sindical al plan del Gobierno de modificar el régimen especial de pensiones que implica aumentar el periodo de cotización.
Sin embargo, la compañía estatal de ferrocarriles, SNCF, replicó que la presencia de un representante del Ejecutivo -una exigencia innegociable para los sindicatos- estará condicionada al nivel de servicio en los transportes en los próximos días, una manera de devolver la pelota y presionar a su vez.
La SNCF ya preveía esa decisión sindical y casi al mismo tiempo hizo públicas sus previsiones para hoy, que pasan por hacer funcionar 300 de los casi 700 trenes de alta velocidad, 76 líneas de largo recorrido de 300 y algunos regionales en las horas punta.
Por su parte, la dirección de la compañía de transportes de la región parisina prevé para hoy un 25 por ciento de media en el servicio de Metro y el 50 por ciento en los autobuses, mientras que los cercanías estarán por debajo de ese nivel. Durante el fin de semana, el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, mantuvo contactos telefónicos con representantes sindicales con la intención de suavizar su rechazo y preparar el terreno a un eventual acuerdo que, por el momento, no parece cercano.
Una hipótesis es que, al menos en los ferrocarriles, los sindicatos mantengan la huelga hasta el miércoles, para llegar a la reunión con sus interlocutores en una posición de fuerza.
Frente al paro se expresó la patronal francesa, MEDEF, que por medio de un comunicado pidió el regreso al trabajo de los transportistas, ya que “las huelgas hacen correr a las empresas un grave peligro. Muchas de ellas ven amenazada su rentabilidad” por la perturbación que les causa el paro.