El ex subprocurador de Chiapas durante el gobierno del priista Roberto Albores Guillén, Florencio Madariaga Granados, fue extraditado hoy de España a México, donde se le acusa de malversación de recursos públicos por 900 millones de pesos y de asociación delictiva.
Según confirmaron la Agregaduría Legal, el ex funcionario partió del aeropuerto de Madrid-Barajas a las 14:00 horas local en un vuelo regular de la compañía Aeroméxico, y viajó acompañado por varios miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI). A su llegada a México será trasladado a Chiapas donde será juzgado por los delitos que se le imputan.
Madariaga Granados, nacido hace 45 años en la ciudad de México y padre de dos niños de seis y ocho años, fue detenido en febrero del 2006 en Madrid por policías españoles, cuando se estaba tomando un café en la Universidad Rey Juan Carlos donde estudiaba un Doctorado en Derecho, que terminó desde la prisión.
Según fuentes de la Agregaduría, sobre él pesaba una orden de búsqueda y captura con fines de extradición dictada por las autoridades judiciales de Chiapas, por imputársele malversación de recursos públicos en asociación delictiva.
Su detención levantó una gran polémica en Chiapas donde varios diputados aseguraron que se debía más a una cuestión política que judicial ya que se produjo cuando Albores Guillén hizo pública su determinación de participar en el proceso interno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de búsqueda para candidato a gobernador.
Según la denuncia que pesa sobre él, desde el año 1999, Madariaga Granados, aprovechando su cargo de Subprocurador Jurídico y Normativo en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y en complicidad con un grupo de altos funcionarios liderado por Luis Álfonso Utrilla Gómez, -quien llegó a ocupar diferentes cargos políticos, entre ellos el de secretario general del Gobierno de Chiapas-, utilizó recursos públicos de manera indebida para el pago de sueldos extraordinarios a otros funcionarios en vez de para el fin al que habían sido asignado los recursos.
En el momento de su detención el ex funcionario mexicano, que se encontraba solo, no opuso resistencia. Posteriormente fue trasladado, primero a la cárcel de Soto del Real, a 40 kilómetros de Madrid, unos meses más tarde al Centro Penitenciario Cáceres II (al oeste de España) y finalmente a Valdemoro (Madrid), de donde partió para ser extraditado.
En un primer momento Madariaga Granados se negó a ser llevado a México e interpuso varios recursos de amparo. Pero el pasado mes de mayo, pese a que podía haber presentado un recurso ante el Pleno de la Sala de lo Penal, decidió "tirar la toalla" y aceptar la extradición. El pasado mes de julio el consejo de ministros del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó su extradición y hoy se esperaba su llegada a México.