CUENCAMÉ, DGO.- Murió una persona hasta el momento desconocida en las inmediaciones del centro turístico Ojo de Agua; fue encontrado aún con vida por Manuel Flores, vigilante del lugar, pero a los pocos minutos expiró víctima de infarto agudo al miocardio.
El hombre fue trasladado al anfiteatro de la ciudad de Durango, luego de no ser reconocido en la rancherías vecinas al Ojo de Agua, por lo que se cree que no es habitantes del municipio.
Su media filiación es la siguiente: tiene entre 60 y 65 años de edad, mide 1.70 metros de estatura, pesa 75 kilogramos, complexión regular, tez blanca, barba sin rasurar, cabello entrecano.
Portaba, al momento de ser encontrado, una camisa de vestir blanca con rayas azules, pantalón de vestir color gris, cinto negro de vaqueta, calcetones blancos, calzoncillos color verde, botas de trabajo café y chamarra rompevientos.
Manuel, de 62 años de edad, quien tiene su domicilio en el poblado Ramón Corona, del mismo municipio de Cuencamé, realizaba un rondín de vigilancia, pues se desempeña como vigilante del centro turístico.
En su caminata se percató de que una persona se encontraba tirada en el piso, a un costado de un pozo de aguas termales, y aún se hallaba con vida; sin embargo, minutos después falleció.
Dijo el vigilante que el occiso no fue identificado por los vecinos del lugar, de ahí que el cadáver fue trasladado a la morgue de la ciudad de Durango, donde se encuentra en calidad de ?desconocido?.
