CUENCAMÉ, DGO.- El miércoles se efectuaron los funerales del profesor de música Jesús Ríos Acosta, fallecido el martes de un paro cardiaco, después de 15 días de convalecimiento; la misa de cuerpo presente se celebró en el Templo San Antonio de Padua, en donde algún tiempo, acompañado de Pedro Ceniceros, tocaba en misa.
Jesús Ríos Acosta nació en esta ciudad, el 3 de julio de 1921, y fue Pedro Ceniceros quien le inició en la música, estudiando juntos hasta la segunda parte del método de Hilarión Eslava.
Jesús practicaba acompañado de Arturo y Antonio Rodríguez las partituras que le enviaba desde Guanajuato su amigo Daniel Núñez, ya que era difícil encontrar en este pueblo música impresa.
Aproximadamente en 1942, Ríos Acosta emigró a Gómez Palacio animado por el maestro Samuel Hernández, para que siguiera practicando la técnica de la trompeta, instrumento que había aprendido a tocar del maestro Ceniceros.
Debido a la cercanía con Torreón, estudió también con el maestro Procoro Castañeda, por espacio de año y medio, incorporándose en ese tiempo a su orquesta.
El maestro Chuy Ríos, como se le conocía, dentro de su amplia trayectoria, fue integrante de las orquestas “Bagdad”, Gilberto Santiago y Quico Sáenz, entre otras.
Algunos años después a su regreso a Cuencamé, ingresó como maestro de música a la Escuela Secundaria General Severino Ceniceros, ubicada en la calle Leona Vicario (hoy Jardín de Niños Josefina Ramos y Biblioteca Ángel Zárraga).
Al mismo tiempo de impartir clases de música, formó una orquesta sólo con jóvenes a la que llamaron “Los Cromáticos”. En la ciudad de Durango formó parte de las orquestas “Chato Romero” y “Crisol” de Goyo Reséndiz y Pablo Cisneros, respectivamente.
Al momento de su muerte se encontraba retirado de la música debido a un problema cardiaco desde 1986, del que hace más de quince días recayó y este martes falleció en esta ciudad.
Al maestro Jesús Ríos Acosta le sobreviven sus hijos Jesús y Antonia, ocho nietos y ocho bisnietos, sobresaliendo musicalmente su nieto “El Tetó”, quien a temprana edad heredó el gusto por la trompeta que le abrió la puerta en la música formando parte en su inicios de la “Tropi-Banda Cuencamé”; posteriormente fue parte de “Tropicalísimo Apache” y “Tropicalísimo Lobo”.
En el 2006 recibió en el Salón Dorado de la Presidencia Municipal de Lerdo un reconocimiento denominado “Músicos Laguneros” por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la Dirección de Cultura de la Administración 2004- 2007; ese mismo día, el ex presidente municipal Pablo Carrillo Montalvo le solicitó que accediera para que el antiguo libramiento convertido en bulevar llevara su nombre, y con gusto aceptó. Descanse en paz el maestro Jesús Ríos Acosta, músico de Cuencamé.
