EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- La dirección de Prevención Social reconoció que falta inspección en cuanto al manejo de la carne y el sacrificio de animales en las comunidades donde existen rastros clandestinos, señaló que regularmente para detectar estas situaciones dependen de la denuncia ciudadana.
“Hay veces que durante el mismo trabajo de los inspectores, es decir, por andar propiamente inspeccionando los alimentos se dan cuenta de algún lugar donde se realiza la matanza de traspatio y en ese sentido se les da una notificación o incluso una multa”, dijo Silvia Marcela Rosales Longoria, directora de Prevención Social.
No obstante la autoridad reconoce que no se realizan operativos de inspección en las comunidades rurales y que sólo se lleva a cabo en comercios establecidos por lo que las notificaciones de las cuales se puede desglosar una sanción para quienes realizan esta actividad dependen de la denuncia ciudadana.
“Hay lugares donde los mismos comisariados tienen ciertos sitios en donde se puede decir que se puede, lo manejan como el rastro de esa comunidad porque muchas personas se mantienen de eso, de tener marranitos”, admitió Rosales.
Esta práctica irregular, según las autoridades, es común en las más de 50 comunidades rurales de Lerdo debido a costumbres arraigadas relacionadas con la cultura del campo. No obstante, aseguran, se actúa a partir de los señalamientos que hacen los habitantes pues no se cuenta con el personal necesario para realizar una inspección a fondo en estas zonas.
“Sí llega un momento en el que las diferentes autoridades ya no pueden, es decir, sobrepasan esa capacidad para verificar que en efecto eso no se lleve a cabo esta matanza o la venta de carne en condiciones de higiene no apropiadas, nosotros nos apoyamos con la Jurisdicción sanitaria N° 2 pero sí falta dar una capacitación sobre la higiene que deben tener”, mencionó la doctora, asegurando que: “Lo más importante es que la gente sepa que puede denunciar esto porque es un riesgo para ellos, nosotros sólo recomendamos lugares establecidos”.
La autoridad confirmó que actualmente hay una actitud pasiva o receptiva en cuanto a estas prácticas pues dependen únicamente de la colaboración de la ciudadanía aunque también admitió que falta que la gente se dé cuenta, exija y verifique si las personas de los lugares donde compran la carne cuentan con su tarjeta de salud debido a que si no es así constituye un riesgo.
