Durante la presente administración se remozó la ex hacienda de La Sauceda, donde también se construyó una plaza y se pavimentará tres calles para facilitar el acceso a los turistas.
CANATLÁN, DGO.- A casi tres años de gestión administrativa, Rafael Díaz Irigoyen manifiesta sentirse contento por el deber cumplido, pero no satisfecho, faltó mucho por hacer, pero eso ya le corresponde a su sucesor Eugenio Rodríguez del Campo.
Mientras se preparan para la entrega-recepción, Díaz Irigoyen reflexiona sobre su labor que emprendió en 2004 con el deseo de atender las necesidades de la ciudadanía y poner un granito de arena en el desarrollo de Canatlán.
Antes incursionó como líder campesino y del Partido Revolucionario Institucional, además de haber desempeñado algunos cargos en pasadas administraciones públicas, de manera que no llegaba improvisado, sin embargo no esperaba la reacción de otras corrientes que mucho obstaculizan el trabajo, asegura.
Lo lamentable en la administración 2004-2007, admite, es la grilla de sus mismos compañeros de partido, quienes le hicieron perder mucho tiempo, tiempo que pudo haber utilizado en gestoría para traer más recursos al municipio, tomando en cuenta que el presupuesto es insuficiente para atender tantas solicitudes de la ciudadanía.
No obstante se trabajó con buenos resultados, señala el Alcalde, donde destaca la salud como prioridad. Logró consolidar sus gestiones ante el Gobierno del Estado para construir el Hospital de segundo nivel, la construcción del edificio de la benemérita Cruz Roja, además de la introducción de drenaje y colector pluvial en la parte sur y norte de la cabecera municipal.
El alcantarillado, reitera, es parte de la salud, incluyendo la modernización de las calles Lerdo de Tejada e Independencia, principal acceso a la ciudad, en donde se tiene proyectado colocar el alumbrado público en los próximos días.
Otra de las obras importantes fue la electrificación a las comunidades de la zona serrana, caminos rurales y el respaldo decidido al sector primario, tanto a los agricultores, ganaderos como a los fruticultores, en la medida de las posibilidades del Municipio, acotó el oriundo de La Sauceda.
RECURSOS INSUFICIENTES
Díaz Irigoyen precisa que el Municipio recibe un presupuesto de nueve millones para obra pública, el cual resulta insuficiente para atender el cúmulo de necesidades en la ciudad y poblados.
Se vio en la necesidad de recurrir a un crédito por 7.2 millones de pesos ante el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), para realizar mezcla de recursos con la Congregación Mariana Trinitaria, Gobierno Federal a través de APAZU (Agua Potable, Alcantarillado en Zonas Urbanas) y Gobierno del Estado.
En fin logró multiplicar los recursos económicos mediante la suma de esfuerzos entre los tres órdenes de Gobierno y en algunos casos la ciudadanía.
“De todo eso me siento contento, pero no satisfecho de acuerdo a la magnitud de las necesidades de Canatlán y el deseo ferviente de avanzar en el desarrollo integral”, añade ante El Siglo de Durango.
Con serenidad vio pasar el proceso electoral sin ocultar su gusto por el triunfo del candidato de su partido, de quien augura: “Será buen Presidente Municipal, será mejor que yo, eso espero para el bien de Canatlán”.
“Me restan unos días de administración, pero será hasta el último momento cuando deje de laborar, tal como lo prometí”, afirma enfático.
Hay acciones que no se realizaron como fue la construcción de una nueva cárcel municipal, faltó dinero, pero en el renglón de Seguridad Pública aumentó el salario de los preventivos y les estableció un seguro de vida más decoroso.
La misión era profesionalizar la Policía, se impartieron cursos de capacitación, pero no fue suficiente, en esta materia se requiere de muchos recursos, hasta el momento se hizo lo posible y se avanzó, sin duda, asentó.
La Sauceda
La ex hacienda de La Sauceda, construida en tiempos de la evangelización, fue remozada del exterior y se construyó una plaza durante la presente administración municipal, no se logró adquirir por su alto costo.
Adjunto a la ex hacienda está el Templo de San Jerónimo, pero se conoce más por la imagen milagrosa del Divino Pastor, quien en el mes de marzo recibe miles de visitantes a venerarlo.
La visión de Rafael Díaz Irigoyen es la restauración general de ese lugar y construir infraestructura para promover el turismo religioso.
En estos días se construye pavimento en los alrededores de la vieja casona, considerada como una joya arquitectónica.
La Sauceda tendrá más fluidez en el transporte con la pavimentación de las tres calles, motivará más a la gente visitar el lugar y contemplar más de cuatro siglos en sus monumentos coloniales.
