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Familia Sirviendo a la Vida / DESPERTAR... ES MECANISMO DE LA MENTE

Germán de la Cruz Carrizales

(Vigésima octava parte)

Continuación...

En el libro Hacia Una Mayor Felicidad de Champion K. Teutsch, viene el caso de un pueblo llamado Mitla de seis mil habitantes, situado en la Sierra Madre al Sur de México, donde no hay policía, pues no hay cárcel, sólo un cuarto que a veces usan los borrachitos que no pueden caminar hasta su casa y sólo lo usan para dormir hasta que se les pasa la borrachera, pues en ese pueblo no ha habido ningún crimen, ningún robo, en los últimos cien años. Los niños nacen, crecen y mueren sin haber visto jamás un policía.

Se les educa para que respeten la ley, no para pelear. Cuado los padres o los mayores están molestos con los niños, se desahogan tirándoles una varilla a los pies. Pero sin tocarlos, sin golpearlos, sin hacerlos sentir el odio ni el resentimiento, por lo tanto ellos tampoco se desquitan con sus hijos.

Cuentan los antropólogos que ese pueblo no tiene igual en el mundo, pues en la mayoría se cometen crímenes, violaciones, robos, fraudes, etc., pero la realidad es que esos niños de Mitla no han recibido ningún mensaje negativo.

No sería posible amigo(a), ¿que todos pudiéramos tener en nuestro hogar una ?Mitla?? Que nuestros hijos no vieran ni oyeran, esos pleitos, esos disgustos, esos gritos, esas reclamaciones, esos desprecios, etc., que a veces son el ?pan nuestro? en todos los hogares y que desgraciadamente echamos a andar esa ?rueda? en nuestra vida, que hace que las cosas se vayan repitiendo hasta el infinito.

Usted que me lee ahora, si pudiera darse el tiempo necesario para meditar en su vida todo esto, vuelva a leer con detenimiento, despacio, con toda calma, todos los artículos que tenga, o en su caso si ya tiene el libro léalo todo, analícelo como si me estuviera dirigiendo a usted en lo personal en una charla entre amigos, vea cuáles han sido todas esas situaciones de su vida, tráigalas a su mente y dígales (como si fuera otra persona): ?¡Ya estuvo bien que me sigas manejando...!?, ?¡Ya aléjate de mí...!?, ?¡Ahora soy yo quien da las órdenes...!?. Todo esto hágalo con mucha emoción, con mucho coraje, si le es posible y le nace, sólo si le nace, use palabras fuertes, altisonantes, insultos, etc., para que al estar diciendo esas groserías, sus químicas se alteren, se desequilibren y pueda sacar de su subconsciente todos los recuerdos negativos, que a no dudarlo le están impidiendo vivir su vida como debería.

Veíamos el caso de una pareja en la cual, la esposa se molestaba si su marido se retrasaba en su llegada a cenar y le gritaba de una manera agresiva, odiosa y desde luego, que hacía que no pudieran disfrutarse y amarse como esposos.

La esposa era incapaz de dar una explicación acerca de esa actitud, ya que ella normalmente era muy calmada y muy dulce, aunque ella hacía verdaderos esfuerzos para controlarse, sus exabruptos, sus berrinches iban cada vez en aumento y desde luego más vehementes.

El marido, por su parte, aun cuando hacía verdaderos esfuerzos, era incapaz de evitar sus retrasos, y siempre algo sucedía, que hacía que llegara a su hogar a deshoras y desde luego la discusión no se hacía esperar. Un análisis de su caso, demostró que de niño, aprendió a asociar el llegar tarde con el que su madre le gritara. Por lo tanto, el reflejo condicionado así creado dio por resultado un patrón subconsciente que transformó a su esposa de una mujer dulce y amable en una verdadera bruja.

Debido al hecho de que el subconsciente repite lo que ha aprendido, su hogar de adulto era tan desagradable como lo había sido su niñez. Por lo tanto ésa era la razón de que siempre llegara tarde a su casa, pues le daba miedo volverse a encontrar con esa madre regañona, en la que ahora se había convertido su esposa, pues para ella era un hijo más, llamándole la atención sobre lo que debería comer o no, ya que ahora esta persona es diabética, y llega a las tiendas como un niño a comer lo que le gusta a escondidas (refrescos y golosinas) ya que su esposa (madre) no lo deja y hasta le pega como si fuera un hijo desobediente.

Recuerden la frase aquélla que hicimos al principio, que dice: ?Primero la mente ve lo que cree y después ve lo que cree?. Ahora, con esa historia podemos verla y comprenderla mejor. Aquel niño aprendió, a través de los regaños de su madre, que siempre tendría que ser así, de tal manera, que cuando se casó, la esposa empezó a tomar el lugar de la madre y posiblemente en sus primeros retrasos, no hubo reacción de ella, pero él empezó a provocar aquellos disgustos y empezó a condicionar su comportamiento hasta lograr lo que su mente creía.

Por otro lado, la esposa tenía miedo de perder a su marido y de herir a la gente injustamente, pues ella aprendió de sus padres bien intencionados, pero ignorantes, que una mujer divorciada no vale ante la sociedad, por lo que ella ?inconscientemente? se estaba atrayendo cada vez más la separación, pues como lo escribimos anteriormente, ?Lo que temo eso me llega, lo que me atemoriza eso me atrapa? y eso era lo que al final iba a pasar, que llegaría el momento en que aquel matrimonio se desintegraría, pues incluso pasaba mucho tiempo para que tuvieran intimidad, aspecto de diálogo interior profundo y muy necesario para la pareja.

De este ejemplo podemos aprender, que nuestras expectativas subconscientes surgen de la relación con un padre, madre, hermano, maestro o cualquier otra persona cercana a nosotros, la persona que se comporte de un modo semejante será, sin duda, una persona importante para nosotros, ya que en ciertas situaciones nos harán regresar a aquellos momentos en que reaccionamos o grabamos órdenes negativas. Continuará...

Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y agradecemos los comentarios recibidos sobre estos temas tan interesantes y de las muchas personas que han compartido sus casos con nosotros. Los esperamos en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales:

(pmger@hotmail.com)

(pmgerxxi@yahoo.com.mx)

Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la vigésima novena parte de Despertar... es Mecanismo de la Mente. Gracias por su atención.

?QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR?.

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