(Octava parte)
Otra situación que luego sucede, es el caso de esa jovencita que se enamora de su novio. Ese amor pasional que sólo una vez se presenta en la vida de las mujeres ese amor con el que sueñan a todas horas del día, del que hacen castillos, ilusiones rosas, que sólo están pensando en el bendito día en que habrán de desposarse con ese hombre y con el que, según ellas, habrán de ser felices para toda la vida.
Pero a veces pasa, que el muchacho por alguna razón no se casa con ella (se murió, se fue de la ciudad, embarazó a otra mujer y se tuvo que casar, etc., etc.,) y la muchacha por despecho, por rencor, o porque “se tiene que casar” se une a otro hombre.
Pero cuando está haciendo el amor con su marido, ¿en quien estará pensando? -Ojalá y este hombre fuera aquel muchacho que quise tanto- se dice para sus adentros. Ese pensamiento se empieza a hacer una obsesión.
Y en ese momento queda embarazada, ¿A quien creen que se va a parecer el niño? ¡En el hombre en el que ella pensaba! Me tocó ver el caso de una joven señora que en cierto momento de su vida, casi perdió la razón.
Ella estaba muy enamorada de un joven con el que tenía planes de matrimonio, pero ese día, por alguna razón se disgustaron y pelearon. A ella la invitaron a una fiesta y por darle celos o molestar a su novio, decidió ir a dicha reunión sin avisarle. En el baile, empezó a tomar bebidas embriagantes y ahí conoció a un hombre, mucho mayor que ella y estuvieron bailando toda la noche y ella seguía tomando. En cierto momento se sintió algo mareada, por lo que decidió retirarse a dormir a su casa.
El hombre aquel, se ofreció a llevarla en su propio automóvil. Ella aceptó, se subió al coche y ahí se quedó dormida. Cuando se despertó estaba en la cama de un motel, desnuda y a su lado estaba aquel hombre, que aprovechando la situación la hizo suya. La muchacha se sintió morir, como había pasado toda la noche fuera de su casa ya no quiso regresar y siendo que el hombre era soltero, decidió contraer matrimonio.
Este hombre resultó un marido ejemplar, muy trabajador, a ella la trataba muy bien, ella empezó a quererlo, pero no olvidaba ni por un momento a su antiguo novio. De tal manera cuando se da cuenta que ha quedado embarazada, todas las noches, que las pasaba en vela, con los ojos llenos de lágrimas, pensaba: ¿Por qué este hijo que llevo en mis entrañas no es (de aquel novio)? Y este pensamiento se empieza a hacer una obsesión, una idea martirizante.
Cuando nace el niño, el asombro de ella es que tiene muchos de los rasgos físicos del novio, pero conforme va pasando el tiempo y el niño empieza a desarrollarse, el parecido es cada vez más asombroso, pues ahora no sólo son los rasgos físicos, sino sus ademanes, su manera de mirar, su sonrisa, etc., etc., de tal manera que aquel amor, es cada vez más patético, hasta que empieza a hacer estragos en la mente de la señora, pues aquella “idea”: -¿Por qué este niño no es de (...)?- Prácticamente se había convertido en realidad.
Esta misma situación puede suceder, cuando la señora embarazada asiste a un espectáculo y se enamora del actor principal e inconscientemente pide con mucha emoción: -¡Ojalá mi hijo se parezca a él!- O bien al estar leyendo un libro o novela y el héroe del libro se convierte en una obsesión, también puede influir en la vida posterior del niño.
Hay un libro de Luis Spota, que se llama La Carcajada del Gato donde la trama de la novela se desarrolla en una fortaleza donde vive una pareja. El hombre tiene que salir a realizar algunos negocios y su ausencia dura varias semanas, por lo que la esposa tiene que vivir dentro de esas murallas totalmente solas. De pronto empieza a sentir como si alguien la observara y cuando descubre quién es, se impresiona, pues se trata de un gato, que la mira con unos ojos llenos de deseo sexual.
Poco a poco se empiezan a aceptar uno al otro, hasta que llega el momento en que el gato se deja acariciar, le ronronea de una manera muy tierna, que hace que ella lo mire, y le hable, y lo trate como si fuera una persona.
Cuando el esposo llega, el gato se ausenta y vuelve a aparecer cuando él se va. Cuando la señora quedó embarazada, el gato duerme entre sus brazos, no se le retira ni un momento y llega a convertirse en una parte muy importante para ella.
La situación dramática se presenta cuando llega el momento del parto y nace un varoncito. Es un niño con una mirada felina, las orejas terminadas en punta, conforme empieza a crecer, sus movimientos son cada vez más gatunos, pues casi no hace ruido al caminar. Cada vez parece más un gato.
Desde luego que ésta es una novela, pero por lo que hemos visto, creo que debe de haber mucho de cierto, pues hay personas que tienen mucho parecido a ciertos animales, que luego les ponen de apodo aquello a los que parecen: “El caballo”, “El gato”, “El pato”, etc. Observe a las mascotas de las personas y frecuentemente hay un parecido entre éstas y sus dueños.
Más adelante veremos lo referente a los apodos. Pues ya veíamos anteriormente una frase que dice “Lo que pensamos con la conciencia puede estar en desacuerdo total con lo que realmente deseamos, pensamos o sentimos dentro de nuestro verdadero yo”.
Concientemente, con nuestros cinco sentidos deseamos ardientemente una cosa pero si dentro de nosotros, a través de las programaciones infantiles o como dice el Dr. Hubbard en su libro de Dianética los “Engrams”, nos dicen otra cosa, así será nuestra actuación.
Le sugiero, que haga una lista muy personal, muy secreta de todas esas cosas que usted siente que están mal en su vida. O que tal vez no siente, pero que usted sabe que no están bien, por ejemplo: Por qué siempre llega tarde a su trabajo, a sus citas, a las fiestas, a los viajes, a una entrevista de negocios, un trámite ante una dependencia oficial, etc.
Por qué a veces les pega a sus hijos de una manera compulsiva, que después se arrepiente, y por más que quisiera usted no ser así, algo lo impulsa.
¿Por qué no puede tener el éxito económico que usted tanto busca afanosamente? Y por más que trabaja, que inicia negocio tras negocio, siempre algo sale mal y la situación cada vez se empeora.
Por qué siempre tiene que estar detrás de las mujeres, tener una amante, y otra y otra y por más que usted se dice así mismo: -¡Ya no vuelvo a cometer este error! Pronto ya anda en las mismas.
Por qué cada vez se tiene que enfermar, cuando no de una terrible gripe, un fuerte dolor de cabeza, un brazo que se le duerme, una rodilla que no flexiona, etc. Y por más médicos y medicinas, la enfermedad siempre vuelve. En fin todo aquello que a partir de esta lectura le empiece a inquietar.
Una vez que tenga una lista, pídale a su mente que le empiece a mandar la información del porqué de todas esas situaciones. Lo que va a suceder, es que de pronto, usted recibirá una especie de luces, de explosión dentro de su mente y de pronto todo lo verá muy claro. Eso quiere decir que ya ha “concientizado” sus programaciones. Continuará...
Esperamos seguir contando con su atención en esta su columna y agradecemos los cometarios recibidos sobre estos temas tan interesantes y de las muchas personas que han compartido sus casos con nosotros. Los esperamos en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales:
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Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la novena parte de Origen Causa y Efecto de la serie y próximo libro Despertar... es. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.