(Trigésima parte)
Otro estudiante del curso me comentaba que cuando él estaba chiquito nunca tuvo juguetes, pues era muy pobre. Un día alguien le regaló una troquita de lámina de ésas muy corrientitas, de unos colores muy brillantes, lo que hacía que a él le pareciera una verdadera joya de juguete. Estaba tan ilusionado con su troca, que hasta se le olvidó ir a la escuela. Cuando la mamá se dio cuenta de esta situación, le recogió el juguete, se lo escondió y no se lo volvió a dar, lo que hizo que este niño se atorara en la necesidad “Phila”. Así que ahora que ya es grande, por alguna razón estudió mecánica automotriz, su pasión son las pick-up. Las adquiere muy baratas, pues las busca que estén maltratadas y las empieza a arreglar poco a poco, hasta que las deja mejor que nuevas, las pinta, les croma los rines, las defensas, es decir, las deja muy brillantes, muy relucientes, y cuando ya están en magníficas condiciones las vende y se vuelve a comprar otras en malas condiciones y otra vez a trabajar en lo mismo. Sólo que todo este trabajo lo hace en sus horas libres, cuando sale del trabajo y se está hasta altas horas de la noche metido debajo del mueble que está reparando, así que cuando se va a dormir con su mujer, está tan cansado que no la puede atender, ni emotiva, ni sexualmente. Dice que él no se había percatado de esta situación, hasta que un día ella no se pudo contener más y casi le gritó: -Me voy a poner unas copas de la rueda de la camioneta aquí en mis pechos, a ver si así me ves a mí en lugar de estar haciéndole cariños a tu troca-.
Y cuántas situaciones más podríamos comentar con respecto a estos desajustes en los matrimonios, y todo porque nos atoramos en alguna de las “Necesidades psicológicas” que hemos tratado. Lo que tenemos que comprender, a partir de hoy mismo, es que nosotros no “necesitamos” a nadie más para ser felices, pues cuando estamos esperando o dependiendo de algo, esto se convierte en una obsesión y por más que nos esforcemos por disfrutar y gozar la vida, todo se nos vuelve intranquilidad, inquietud, angustia mientras nos llega lo que tanto anhelábamos y cuando lo tenemos, todo ya perdió importancia, porque ahora queremos algo más y más y así hasta el infinito.
-¡¡Ya nomás que me case, qué feliz voy a ser!!-. Así dice la joven o el joven soltero. Llega el momento tan anhelado, tan esperado, se casa y ahora sí, “que feliz voy a ser”. Pero apenas pasa la “luna de miel”, (que en muchos de los casos se convierte en luna de hiel) y ahora la expectativa es: -¡¡¡Ya nomás que me divorcie qué feliz voy a ser!!!-.
Una amiga que acababa de cumplir las bodas de plata de casada y que se había divorciado recientemente, me decía: -Germán, no se imagina lo feliz que me siento, ahora sólo lamento no haberme divorciado antes-. Y yo me pregunto: -¿entonces, para qué se casan las personas?-, cuando vienen las señoras a platicar conmigo buscando una orientación en su matrimonio que está a punto de zozobrar, les hago la pregunta concebida: -¿Por qué se casó usted con su marido?-. Y la respuesta generalmente es: -Pues ahora que lo pienso detenidamente, “no sé” por qué me casé. Creía que lo quería. ¡¡No sé, tal vez esperaba otra cosa!!-. Pero en ninguno de los casos las personas son lo suficientemente sinceras, o tal vez no lo concientizan pero la realidad es que nos casamos por satisfacer una necesidad psicológica. Si todas las parejas que están por contraer matrimonio próximamente se les exigiera como requisito, para autorizar dicha unión, el pasar por un proceso psicológico y que pudieran descubrir por sí mismos cuáles son sus motivaciones internas que los están llevando a dar tan importante paso, creo que no habría tanto matrimonio mal avenido y sobre todo, tanto divorcio en nuestra sociedad, aquí en la Comarca Lagunera siete de cada diez matrimonios de divorcian. Tal vez los esposos encuentren alivio emocional en la separación, tal vez puedan rehacer su vida amorosa o sexual, pero los que van a pagar las consecuencias (y de una manera funesta) son los seres que menos culpa tienen de esta situación, que son los hijos.
Así que amigo(a) si usted está pasando por una etapa difícil en su matrimonio, trate de hacer un verdadero análisis de sus programaciones, grabaciones y sobre todo de sus necesidades psicológicas, búsquenos, asista a los talleres que ex profeso tenemos para matrimonios y verá en perspectiva la realidad de su vida. Así como hemos comentado que las necesidades psicológicas nos manejan en el aspecto sexual y emotivo del matrimonio, así mismo nos maneja en los negocios, en la sociedad o en la política.
Cuando al niño no se le da la importancia o se le hace sentir inferior, de ahí en adelante empezará a actuar de una manera inconsciente para buscar ser importante, ser alguien en la vida. En el libro Como Alcanzar sus Objetivos con Éxito de la doctora Joyce Brothers, ella hace un análisis de las características generales que tienen los hombres de negocios que han alcanzado el éxito económico en la vida. Una de las características es que hayan tenido una niñez desafortunada, que hayan padecido limitaciones económicas y otra, que sean hijos primogénitos.
Veamos ahora, bajo el punto de vista psicológico que es verdaderamente lo que hace que actuemos de una manera inconsciente, que afortunadamente nos permite tener el éxito económico, pero no la felicidad que supuestamente esto debiera traer como consecuencia. Un ejemplo de lo anterior es:
-El caso de un gran ejecutivo y brillante hombre de empresa que vino a mí, buscando ayuda, pues aún cuando manejaba varios negocios, pertenecía a los mejores grupos sociales de la comunidad, su familia era todo un modelo de armonía y amor hacía él, es decir, tenía todo lo que aparentemente puede desear un hombre para ser feliz. Sin embargo, todos estos bienes o logros obtenidos no eran lo suficientemente importantes, pues “algo” lo obligaba a conseguir más y más. Después de mucho analizar, buscar, remover recuerdos en su mente, y al no encontrar nada, que aparentemente fuera la causa de su estado anímico, le pedí que se relajara, que cerrara sus ojos, que tomara varias respiraciones profundas, hasta que pudiera llegar al nivel alpha.
“Voy a contar del uno al tres –le dije– a la cuenta de tres voy a producir un sonido con mis dedos y me vas a decir la primera palabra que se te venga a la mente, uno, dos, tres y produje el chasquido con los dedos y la respuesta fue:
-¡Agua¡ Muy bien, ahora repite rápido, lo más rápido que puedas la palabra “agua” y cuando suene mis dedos, me dices otra palabra que se te venga a la mente. Agua, agua, agua-, repitió por unos segundos y volví a producir el chasquido: –“Mar”, muy bien, ahora repite “Mar” mar, mar, mar- y de nuevo el chasquido, - “Laguna”-, y así fue siguiendo el proceso, y todas las palabras que se le venían a la mente tenían un factor común, todos significaban agua: río, cascada, océano, presa, etc., etc., cuando vi dónde estaba el conflicto y sin sacarlo del nivel alpha le hice la pregunta clave: - Ahora con toda sinceridad, dime, “¿qué es lo que has querido lavar?”-. Aquí soltó el llanto y con voz entrecortada me dijo: “-Te voy a revelar algo que no me ha dejado ser feliz y he tratado de ocultarlo toda la vida: yo no tuve padre, mi madre me concibió fuera del matrimonio y hemos sufrido mucho por eso”-.
Conforme iba diciendo su “verdad” su calma y tranquilidad se iban haciendo cada vez más patentes, hasta que quedó totalmente relajado. –Ahora quiero que veas cuál ha sido la “Necesidad psicológica” que te ha estado manejando y que es lo que te hace ser un insaciable del dinero y de nombramientos honoríficos- le empecé a aclarar su mente. -Al no sentir que tú valías, al sentir que no eras importante por no haber tenido padre, tu subconsciente te empezó a condicionar para buscar ser “alguien” en la vida, o en el medio que te desenvuelves es por esto que nunca ibas a estar satisfecho, hasta que te destruyeras-.
Así que amigo lector, haga usted también un verdadero análisis de su vida y vea si algo como esto le está sucediendo, concientícelo y ya no se deje manejar por esa “necesidad”.
Esto no quiere decir que no siga actuando o haciendo lo que hasta ahorita ha hecho. No, porque ésa es la otra situación, una vez que uno puede concientizar qué es lo que lo está manejando, puede seguir siendo o actuando igual, sólo que ahora ya no nos molesta, porque ahora nosotros tenemos el mando o el poder sobre nuestro subconsciente. Continuará...
Agradecemos los comentarios recibidos y los casos compartidos con nosotros en México y desde otras partes del mundo (vía Internet). Espero vernos pronto y platicar personalmente. Los esperamos en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales:
(pmger@hotmail.com)
(pmgerxxi@yahoo.com.mx)
Nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien con su interés en la integración de grupos hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la trigésima primera parte de Origen, Causa y Efecto de la serie y próximo libro Despertar... es. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.
