(Vigésima octava parte)
DESPERTAR... ES ORIGEN, CAUSA Y EFECTO
Me comentaba un joven en un curso: Fíjese Ing. De la Cruz, que a mí me pasa algo muy curioso, pues aquí en el trabajo estoy rodeado de muchas mujeres, algunas de ellas jóvenes, más o menos de mi edad, que a veces se “vuelan” conmigo, me coquetean, se me insinúan, pero a mí no me llaman la atención, pero que no entre una mujer ya madura, que luego luego siento como unas cosquillitas en mi cuerpo, pues me atraen tremendamente estas señoras.
Cuando se realiza el matrimonio entre esta pareja también volvemos a tener el problema sexual, pero ahora él es el impotente, el que buscará pretextos para no cumplir como marido, pues en su mente él está haciendo el acto con su madre.
Vi el caso de una señora que se quejaba de su marido, pues decía la tenía muy abandonada sexualmente y al pasar de los meses y no dar señales de querer hacer el amor, ella lo incitaba, lo estimulaba y él respondía, pero que en cierto momento, cuando ya se iba a realizar el acto sexual, a él esto le provocaba un asco, unas náuseas tremendas, que le ocasionaba que se vomitara sobre su pareja, lo que concluía con tener que levantarse de la cama y meterse al baño, y el romance terminaba por esa noche.
Todos éstos son comportamientos un tanto complejos que no es fácil comprender y sobre todo por ser algo tan íntimo, tan privado, no queremos reconocer y esto hace que nuestra vida se convierta en un verdadero infierno.
Si usted, tiene hijos pequeños procure darles lo más que pueda de cariño, de atención, y si por alguna razón los tiene que abandonar, por su trabajo, su profesión, su situación social, etc., platique con ellos (aún cuando sean bebés, que aparentemente no entienden) explíqueles cuál es la situación, pídales perdón y reprográmenlos para que no se vean manejados por esta necesidad.
Otro caso, (y ahora muy común) es el de las madres solteras, que dan a luz a su hijo, pero como ellas tienen que trabajar para sostener a su familia, al niño, lo dejan encargado en casa de la abuela, y esto lo empieza a manejar de una manera agresiva, a veces con coraje y aprovecha cualquier situación para ponerlo en contra de su propia madre. –Dónde andará la callejera de tu madre, ya era hora de que hubiera llegado–. La irresponsable de tu madre, aquí nos tiene abandonados-. ¿Cuántas expresiones más?, esto hará que el niño, cada vez que se vea más en conflicto y cuando tenga la oportunidad de estar cerca de su mamá, no se le querrá desprender ni un momento, así que cuando lo saca a pasear, lo lleva a una fiesta, a una piñata, el niño estará prendido de sus faldas, la mamá le dice: - Ándale hijo, vete a jugar con los demás niños- pero él no lo hará, pues tiene miedo de que si la suelta, se le volverá a ir. Cuidado, si la mamá quiere salir, tendrá que hacerlo a escondidas del niño, dejarlo con engaños, porque si se da cuenta empezará a chillar, patalear, gritar, darse de golpes, revolcarse en el piso, etc., con tal que su mamá no se vaya.
¿Cuántos casos conoce usted con este comportamiento? Ahora se dará cuenta del porqué.
“Necesidad PHILA”. El niño sigue creciendo, su mamá y su papá pasan a segundo término, pues ahora sus necesidades ya son “su hermanito, su amiguito, su mascota y su juguete”, porque ahora está en la etapa “phila” es decir, la necesidad de las cosas, de las personas, de los animales. Tal vez usted conozca casos de niños solitarios, que no tienen hermanitos, ni los dejarán salir a la calle a jugar con sus amigos, viven encerrados en su cuarto o su departamento, y esos niños crean en su imaginación un “amigo”, es tan real, que hablan con él, discuten como sí estuvieran frente a frente, y a veces le ponen nombre y todo el día están acompañados de ese ser imaginario, pues en su necesidad de compañía, esto puede convertirse hasta en una obsesión.
Nos comentaban el caso de un niño que vivía en Monclova, su padre trabajaba en los Ferrocarriles Nacionales y todos los días hace viajes a Monterrey, Nuevo León, etc. Este niño diariamente se ponía a jugar con su amigo imaginario, hablaba, discutía, se peleaba con dicho amigo, de una manera tan real, que todos los familiares se empezaron a inquietar, pues pensaban que se estaba volviendo loco.
Un día el niño amaneció muy triste, se estuvo totalmente quieto, sentado en un rincón del patio de la casa, no quería ni venir a comer cuando lo llamaban. Al tratar de indagar cuál era la razón de su actitud, el niño les informó que su amigo estaba muy enfermo y que quería que lo fuera a visitar. -¿Y dónde vive tu amigo? –le preguntaron un tanto incrédulos. – En la ciudad de Monterrey, y deseo que me lleven cuanto antes, para que se pueda aliviar mi amiguito–. Solicitaba a sus padres. –Estás loco, ¿cómo sabes que vive en Monterrey? – ¡Porque él me lo dijo! – Contestaba lastimosamente. El padre, que diariamente iba a Monterrey, lo comentó con sus compañeros de trabajo y éstos le aconsejaron que lo llevara para que se le quitara la tentación. Así que esa mañana le informó a su hijo que harían el viaje para ver a su amiguito enfermo. Cuando llegaron a Monterrey, el papá le pidió al niño la dirección de su amigo, al momento de alquilar un auto. – La dirección exacta no la sé– contestó. Pero es por una colonia dónde existe cierto monumento especial–. Y dio una descripción del monumento y de las avenidas que lo circundan. El taxista que conocía bien la ciudad, adivinó de qué colonia se trataba y hacia allá enfiló su auto. Conforme se iban acercando a la colonia, como que el niño empezó a reconocer el camino y fue guiando al taxista, hasta que de un grito le llamó la atención: -¡aquí es, en esta casa vive mi amigo!–. El padre del niño, todo cohibido tocó el timbre de la casa, salió una señora y le explicó brevemente la razón de su visita: -Perdone usted señora, pero mí hijo insiste en que aquí vive su amigo Rubén que está enfermo y que quiere visitarlo-. ¿No me diga que el niño se llama Carlitos y vive en Monclova? Preguntó asombrada la señora. –Efectivamente, somos de Monclova, y mi hijo se llama Carlitos– contestó incrédulo el señor. Éste fue en un caso real, pero qué fue lo que verdaderamente pasó. El niño ante una gran necesidad de compañía, de alguien con quien jugar, comunicarse o divertirse, hizo uso de su nivel alpha, y a través de la telepatía se “conectó” con la mente de otro niño que estaba en las mismas circunstancias y pudieron establecer una verdadera comunicación astral, seguramente recordará esa película de Marcelino, Pan y Vino, que no es sino un caso de la vida real.
También en esta necesidad PHILA, el mismo niño desea tener una mascota, que puede ser un gato, un perro, un caballo, un pato, etc., y si se pasa el tiempo de su vida y por alguna razón no se le puede satisfacer, cuando él sea grande caerá en un comportamiento inexplicable hacia los animales, y ahora será poseedor de una gran cantidad de ellos. El otro día pasaron un reportaje en la televisión de una señora, que tenía todo un edificio para sus perros, que son cerca de 500 y todos los días manda comida en camiones para que se les alimente. Continuará...
Agradecemos los comentarios recibidos y los casos compartidos con nosotros en México y desde otras partes del mundo (vía Internet). Espero vernos pronto y platicar personalmente. Los esperamos en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales:
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Nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien con su interés en la integración de grupos hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la vigésima novena parte de Origen, Causa y Efecto de la serie y próximo libro Despertar... es. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.