Las administraciones de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Michoacán fueron las entidades que menos participaciones reales por persona obtuvieron.
En los últimos tres años del Gobierno de Vicente Fox Quesada, los habitantes de estados que se ubican entre los más pobres de México recibieron menos recursos por parte de la Federación.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, las administraciones de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Michoacán fueron las entidades que menos participaciones reales por persona obtuvieron, inclusive, por debajo de la media nacional.
“El Diagnóstico Integral de la Situación actual de las Haciendas Públicas Estatales y Municipales” planteó que en el año 2006, la estimación media nacional de participaciones por Producto Interno Bruto (PIB) per cápita fue de tres mil 131 pesos.
En cambio, en ese año, el Gobierno de Guerrero recibió dos mil 104 pesos; Oaxaca obtuvo dos mil 221 pesos; Puebla aceptó dos mil 345 pesos y Michoacán un total de dos mil 405 pesos por persona.
Contrario a ello, las participaciones per capita obtenidas por el Gobierno de Tabasco fueron de siete mil 212 pesos, cifra superior en dos veces a la media nacional y más de tres veces las de Guerrero.
Por su parte, el Distrito Federal recibió cinco mil 13 pesos de participaciones por habitante.
Humberto Suárez López, secretario de finanzas de Michoacán, expresó: “Esto deja claro que estados con buena población y poco desarrollo económico, como Michoacán se ven afectados, lo cual nos lleva a la necesidad de revisar la Ley de Coordinación Fiscal para que sea más equitativa”.
Añadió que hay estados del sureste que obtienen una gran cantidad de recursos.
El funcionario estatal expuso que no se trata de que pierdan recursos los estados, sino de fortalecer las haciendas estatales, sobre todo cuando existen fuertes presiones en salud y educación.
Para Esaú López, director de Prospectiva de Aregional.com, las cifras muestran que los estados más dinámicos, grandes y que tienen una mejor fiscalización son los ganadores.
El especialista de la firma añadió que si bien las entidades pobres obtienen pocos recursos por participaciones, se ven compensados con las aportaciones, donde los recursos se otorgan al tomar en cuenta los índices de marginación, pobreza y rezago educativo.
Se buscó a la Secretaría de Hacienda, pero la dependencia declinó emitir alguna comentario adicional.
Hace 16 años, los gobiernos de Campeche, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Oaxaca y Michoacán eran los que menos recursos obtenían, según la información de Hacienda.
“En el periodo 1989-2006, Tabasco en la entidad que mayores recursos recibe por persona... por el contrario, se observa que Guerrero, Oaxaca, Puebla, Michoacán y Guanajuato son las entidades que menos recursos per cápita recibieron”, agregó el documento.
Suárez dijo que la Ley de Coordinación Fiscal determina la fórmula de distribución, en donde pesan la población y el desarrollo económico.
El Artículo dos de la Ley de Coordinación Fiscal establece que el Fondo General de Participaciones (RFP) se integrará con 20 por ciento de la Recaudación Federal Participable, la cual se compone por la recaudación que obtiene la Federación, los derechos por extracción de petróleo, minería y recargos.
La Ley establece que del 20 por ciento de la RFP un 45.17 por ciento se distribuye de acuerdo con el número de habitantes que tiene cada entidad federativa.
Otro 45.17 por ciento se canaliza por el comportamiento de las contribuciones asignables.
Finalmente, el 9.66 por ciento restante se distribuirá en proporción inversa a las participaciones por habitante que tenga cada entidad, cuyo objetivo es “compensar a las entidades menos beneficiadas por las participaciones de la primera y segunda partes del FGP”.
López mencionó que en los últimos 20 años se han realizado cambios importantes a la Ley, pero es necesario generar incentivos económicos para que las entidades se comprometan a tener una mejor fiscalización.
