EFE
Melbourne, Australia.- El suizo Roger Federer, apabulló, provocó incluso la hilaridad del público que no daba crédito de lo que estaba presenciando, y destrozó al estadounidense Andy Roddick por 6-4, 6-0 y 6-2 para lograr por tercera vez la final del Abierto de Australia.
En sólo 85 minutos de lucha, Federer dejó mudo a Roddick, ?Esta es la primera vez en este torneo que he destrozado a un rival, bien en semifinales o en la final. He dominado completamente desde el principio hasta el final?, comentó.
Así, el suizo está de nuevo en una final del Grand Slam, la séptima que consigue de forma consecutiva (cinco ganadas y sólo una perdida) con lo que iguala el récord que poseía el australiano Jack Crawford desde hace 73 años en Wimbledon.
El defensor del título maltrató a Roddick para endosarle su victoria número 13 en 14 encuentros y la novena consecutiva, ganando el partido que se suponía más difícil de forma más sencilla. Ahora se medirá en la final con el ganador del encuentro entre el chileno Fernando González y el alemán Tommy Haas.
En realidad, más que un partido fue una exhibición para Federer, que en un tramo alucinante de 11 juegos seguidos dejó al estadounidense en blanco, desbordado por su velocidad y magia. El discípulo de Jimmy Connors y el propio Connors en la grada fueron unos espectadores más, pero Andy Roddick sufrió sobre la pista de la gran actuación del de Basilea y acabó desesperado lanzando la raqueta sobre los fotógrafos, a los que luego pidió perdón.
Federer ganó 83 puntos, pero de ellos 45 fueron ganadores. Quizás por eso el suizo repitió varias veces que era una situación ?irreal? y que él mismo estaba en estado de shock. Federer sólo cometió 12 errores no forzados, y aunque perdió una vez su servicio, lo robó siete veces, siempre sin vacilar.
Roddick sacó a 228 kilómetros por hora, y recordaba que en las semifinales de la Copa Masters de Shanghai llegó incluso a disponer de tres puntos de partido. Pero esta vez todo daba igual. A mayor agresividad del americano, mayor latigazo de Federer, bien al paralelo o al cruzado. Sin pensar, casi a ciegas.
Ahora llega a la final sin ceder un set en seis partidos, al igual que el estadounidense Michael Chang aquí en 1996, convirtiéndose en el octavo jugador que lo consigue en la historia de este grande.
El sueco Bjorn Borg tiembla, porque él fue el último en ganar un Grand Slam sin ceder un parcial, en Roland Garros en 1980, aunque en su caso lo hizo tres veces: Wimbledon 1976 y Roland Garros 1978.
Hoy Federer ganó su 35 partido consecutivo igualando su mejor racha personal, establecida en 2005, desde Halle hasta las semifinales de la Copa Masters. Ahora tiene a tiro convertirse en el noveno jugador en la historia en ganar el Abierto de Australia tres o más veces.
RETROCEDER EL TIEMPO
El suizo Roger Federer señaló ayer que no se considera el más grande todavía, que le quedaban records y títulos por conseguir, pero que si tuviera la posibilidad de viajar en el tiempo le gustaría enfrentarse contra Jimmy Connors o Bjorn Borg.
?Me queda mucho todavía por hacer para ser el mejor de todos los tiempos?, señaló Federer, ?batir el número de semanas como uno del mundo, torneos del Grand Slam, estoy todavía a cinco del récord. Connors ha ganado 108 títulos y yo sólo 45. Estoy en el buen camino, así que hay que esperar y ver. No estoy lesionado y estoy jugando bien, y en otra final?. Federer se sintió feliz por su victoria pero humano ante el castigo que infligió a Roddick al que recomendó que olvidara cuanto antes. ?Ningún consejo, sólo eso, que olvide.
?Definitivamente, este ha sido uno de los mejores partidos que he disputado, y especialmente aquí en el Abierto de Australia, nunca había casi destrozado a un rival. Lo había hecho en el US Open, en Wimbledon y Roland Garros. Aquí había ganado buenos partidos, pero nunca había dominado de esta forma a jugadores importantes en las semifinales o en la final?, comentó.