Miles de peregrinos acudieron ayer a la Basílica de Guadalupe a felicitar a la Virgen. (El Universal)
Declaran celebraciones guadalupanas sin incidentes mayores; reabren calles a la circulación.
En el 476 aniversario de su aparición, la Virgen de Guadalupe no estuvo sola. Hasta la Basílica llegaron 6 millones de devotos a visitarla.
Ayer, Día de la Virgen de Guadalupe, la afluencia de peregrinos al Templo Mariano era a razón de 12 mil por hora, y 200 por minuto.
Personas de todas las edades y de distintos puntos del país llegaron con veladoras, flores y otras ofrendas para honrar a la Virgen.
Una multitud avanzaba, muchos de ellos de rodillas, hasta conseguir ingresar a la Basílica, para pasar brevemente a través de andadores eléctricos frente a la imagen de la Virgen.
Santiago Dóriga, empleado de seguridad del santuario, informó que pese a la multitud no hubo contratiempos.
“La gente es muy respetuosa, viene con mucha devoción a visitar a la Virgen y hasta el momento no ha habido ningún problema”, declaró, “tanta gente está complicando el acceso a la Basílica, por eso recomendamos a todos los peregrinos que tengan paciencia, que caminen despacio y que no suelten a los niños para evitar pérdidas”.
La noche previa, miles de personas improvisaron dormitorios y hasta cocinas, con ayuda de anafres, en el atrio o en los camiones de redilas en que se trasladaron.
A las 21:00 horas ya no cabía una persona más dentro del Templo Mariano; adentro, el calor de los feligreses que pudieron observar la imagen de la Guadalupana rodeada por la bandera nacional aunque fuera por unos segundos, contagió al resto que permaneció bajo el manto del cielo estrellado.
En el atrio, la multitud lanzaba constantes vivas a su santa patrona y, con los brazos levantados al cielo, elevaron plegarias con lágrimas en los ojos.
Aún con la incesante entrada y salida de los integrantes de más de 100 diócesis y arquidiócesis de todo el país, la Basílica se paralizó a las 11:20 horas, cuando el Mariachi Gama Mil, que se situó en el Altar Mayor, comenzó los acordes de “La Guadalupana”, con que arrancó la serenata a la Virgen Morena.
Con el rostro cansado, el cuerpo dañado por las inclemencias del tiempo y los pies lacerados por la caminata de varios días, 11 mil fieles pudieron entrar a la Basílica para cantarle “Las Mañanitas”.
Los penitentes emprendieron ayer el éxodo hacia sus lugares de origen, en una fiesta que las autoridades policiales y de la Delegación Gustavo A. Madero, entidad que invirtió en el “Operativo Basílica 2007” 8 millones de pesos, reportaron en saldo blanco.
Los guadalupanos fueron custodiados por aproximadamente 2 mil elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y la Delegación Gustavo A. Madero dotó a las 500 peregrinaciones con 238 mil litros de agua potable. al final, cuando las vialidades fueron reabiertas al tránsito, se habían recogido 659 toneladas de basura.
Llama Rivera a la unidad
Al oficiar la Misa Solemne de Las Rosas, en la Basílica de Guadalupe, el cardenal Norberto Rivera criticó la injusticia y división que existe entre los mexicanos.
“En momentos tan difíciles, en situaciones tan adversas, en donde la injusticia es una lepra que carcome y sufre la sociedad, las divisiones destruyen toda relación humana, la sed de venganza ciega los corazones, los vacíos y soberbias destruyen el respeto que merecen los que están cerca de nosotros”, indicó.
Rivera señaló que desastres naturales como el ocurrido Tabasco son una oportunidad para que cada mexicano muestre valores como la solidaridad y generosidad.
“Esta es una fiesta que se celebra desde lo más profundo de nuestro ser; es una fiesta que nos une como hermanos, es una fiesta de la unidad, de la armonía y de una vida nueva”, dijo.
Pulen zona de La Villa
El rostro de la Basílica de Guadalupe cambiará para el próximo año, cuando la Delegación Gustavo A. Madero realice obras de mantenimiento en zonas aledañas, que incluye como eje principal el reordenamiento del comercio informal y del tránsito.
El jefe delegacional, Francisco Chíguil, informó que en los próximos días presentará una propuesta de mejoramiento del entorno, de los servicios públicos y de la infraestructura básica de esta zona, que incluye adecuaciones a las avenidas Montevideo y Euskaro.
Chíguil comentó que con las mejoras la Delegación estaría preparada para una eventual visita del Papa Benedicto XVI.
El funcionario recordó que ya están en marcha los trabajos de la Plaza Mariana, que iniciaron el 6 de junio; asimismo, se trabaja en el nuevo mercado Villa Zona, que permitirá la reubicación de aproximadamente mil comerciantes.
Chíguil recordó que para liberar las calles la Delegación adquirirá dos inmuebles, uno en la esquina de Fray Juan de Zumárraga y Calzada de Guadalupe, de mil 500 metros cuadrados, por 32 millones de pesos, y otro contiguo de 800 metros, por 14 millones de pesos.
“Con ello, será posible liberar las principales avenidas y se brindará mayor movilidad a los peregrinos”, agregó.
La compra de un tercer predio, en Fray Juan de Zumárraga y Misterios, se está negociando.
“Toda la franja la vamos a adquirir y con ello vamos a tener la capacidad para poder reubicar a todos los comerciantes que están en la zona de la Basílica.
“Los espacios los tenemos, en lo próximos días va a empezar a funcionar el mercado Ferroplaza, ahí vamos a ubicar a un número importante de comerciantes también, que todavía están ubicados en la zona de la Basílica”, afirmó Chíguil.
Además, se planea reconstruir el mercado de comidas situado en la esquina de Madero y San Juan.
Toman guadalupanos Nueva York
Al grito de “¡Viva México! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!”, miles de mexicanos y latinoamericanos en general se congregaron ayer en la Catedral de San Patricio, en Manhattan, para recibir a las imágenes de la Virgen de Guadalupe y de Juan Diego que por sexto año consecutivo llegaron a Nueva York tras recorrer más de 5 mil kilómetros desde la Ciudad de México, acompañadas por una antorcha.
“Vengo siempre para agradecerle a la Virgen mi salud y las cosas que me ha dado en este país, y para orar por todos mis hermanos que murieron en este largo camino”, señaló Carlos Jiménez, de 35 años, oriundo del Distrito Federal, pero que hace más de una década vive en Estados Unidos, donde trabaja en un restaurante.
A su lado, sobre las elegantes escalinatas de la catedral, miles de otras personas aguardaban con flores y ofrendas el arribo de las imágenes religiosas que salieron de la Ciudad de México el 7 de octubre y recorrieron 67 ciudades en ambos países, como hacen cada año desde 2002.
Acompañadas por fuertes vivas, las imágenes y la Antorcha Guadalupana ingresaron poco antes de las 10 de la mañana a la iglesia, que estaba rebosada en su capacidad para 4 mil 500 personas.
En la catedral fueron recibidos por monseñor Robert Ritchie, nuevo rector de San Patricio, y por el obispo Josú Iriondo, vicario de Asuntos Hispanos.
A diferencia de otros años, cuando el sermón corrió a cargo del obispo Iriondo, esta vez el mensaje evitó el tono político, en reclamo de mejores condiciones de vida para los inmigrantes, y Ritchie –de origen irlandés- prefirió hacer hincapié en la fortaleza de la fe de los migrantes latinoamericanos.
De todas maneras, la Asociación Tepeyac –la organización comunitaria más grande del Este del país- se había asegurado el contenido político del evento al incluir en el misal un aviso pidiendo a los hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos que se registren para votar en las elecciones nacionales del próximo año y exijan una reforma migratoria a las autoridades estadounidenses.
A modo de celebración, la víspera, Tepeyac había organizado también en San Patricio, y por primera vez en la historia, un homenaje a la Virgen con el canto de las tradicionales “mañanitas” mexicanas.
