Festejan a su modo
El Siglo de Torreón
Son artistas de profesión, pero mamás por convicción. Cierto es que Azela Robinson, Macaria, Lila Déneken, Lolita Cortés y Fabiola Campomanes encuentran en el canto o la actuación una gran
alegría, pero jamás comparable con el hecho de ser mamás. Estas famosas festejarán cada quien a su manera este diez de mayo, o de plano no lo celebrarán como es el caso de Lila Déneken; sin embargo todas por igual quisieron mandarle una felicitación a las “reinas del hogar”, ¡felicidades mamá!
Fabiola Campomanes, experiencia de vida
Sofía es todo para ella. Fabiola Campomanes no puede negarlo, es muy consentidora, no hay cosa que su pequeña le pida que no quiera darle; pero la actriz también se las ha visto negras, sobre todo a la hora de educarla.
“Ser congruente con lo que digo, de pronto uno les dice ‘(esto se hace) porque soy tu mamá’, pero hay qué explicarle a los hijos por qué, decirles ‘(no vas) porque tengo temor que llegues tarde’ o ‘¿con quién andas?’. Muchas veces son temores de uno mismo, así que hay qué darle esa libertad que debes tener”. Fabiola tuvo a su bebé cuando aún era muy joven. Tuvo los miedos normales, además dejar de hacer lo mismo que sus amigas, olvidándose de los reventones y novios; pero eso pasó a segundo término durante los meses de gestación “fueron algo sorprendente y ya cuando nace es increíble, la mejor experiencia de mi vida”.
Lila Déneken, para ella no hay fiesta
Lila no celebrará. Su mamá murió hace poco, sus hijos viven fuera del país, está sola. Seguramente sí le hablará a Wendy, su hija mayor, pero será todo.
“No quiero festejar mucho porque mi mami ya no está aquí, mis hijos se encuentran fuera del país, no es un día como muy feliz. Le voy a hablar a mi hija porque es madre, pero no festejaré”.
La tristeza se percibe en su voz, sus circunstancias son completamente distintas a lo que vivió el año pasado durante estas fechas, ya que todavía se la pasó con su mami, y además ésta le organizó a la cantante una súper fiesta de cumpleaños el 14 de mayo, cuando celebra su onomástico. “Hoy voy a trabajar, por lo menos Dios me protege para no acordarme”.
Alan y Wendy, de 25 y 29 años de edad son los dos “retoños” de Lila. Evoca con mucho afecto cuando eran niños y le hacían regalitos en la escuela. Ahora sólo le quedan los recuerdos, “la vida es un constante cambio, es ganancia y pérdidas”.
“He aprendido a estar sola porque los hijos son prestados, por eso me retiré de mi carrera un tiempo, crecieron, volaron... los padres debemos saber soltar. Amo a mis hijos en libertad, ya los gocé y disfruté, por supuesto que los extraño pero soy feliz sabiéndolos felices...”.
Antes de finalizar, Lila Déneken le mandó un mensaje a las mamás laguneras: “amen mucho a sus hijos, que los aprovechen, los disfruten muchísimo como si fuera el último día de sus vidas.
Lolita Cortés, ellos ante todo
Hoy irá al teatro a ver cantar a su mamá. Mañana viernes acudirá al festival que habrá en la escuela de sus hijos Mariano y Dariana... ese es el mejor regalo que Lolita Cortés puede recibir.
Para la ex juez de La Academia lo más difícil de ser madre son las separaciones qué comúnmente tiene con sus retoños a causa de su trabajo, incluyendo fechas especiales. Eso le significa dejar de dormir con su hija y muchas cosas más.
-¿Les molesta esa situación?
-Sí, siempre los dos me lo han hecho saber, pero con el tiempo me he dado cuenta que no es nada grave, que podemos vivir con ello y que podemos, además, manejar bien.
Cuando se trata de charla de sus pequeños hijos (de 13 y ocho años), Lolita habla tranquila y amorosa. Recuerda a la perfección su primer embarazo, algo que para entonces su pareja y ella tenían mucho tiempo buscando, “así que estábamos felices”.
Cortés quiso aprovechar su entrevista con esta casa editora para felicitar a las madrecitas laguneras “que la pasen muy bien, con su familia, que nunca se desesperen; que valoren si tienen a su mamá con ellas, que las valoren cada momento”.
Azela Robinson, razón de ser
Apenas tenía 20 años cuando se embarazó de su primer y único hijo. Azela Robinson tenía miedo, estaba sola, pero cuando por fin tuvo entre sus manos a Alexander ese miedo se convirtió en lo más maravilloso del mundo.
Definitivamente sí ha sido difícil tanto para ella como para su muchacho el compaginar la vida artística con la familiar, sin embargo siempre ha contado con el apoyo de su retoño de ahora 21 años de edad. “Yo estaba trabajando, mi hijo se dormía entre telones (del teatro). Él está acostumbrado al ambiente artístico, tanto así que ahora quiere ser director de cine”.
La actriz de melodramas como El Manantial, Mundo de Fieras, Contra Viento y Marea, entre otros, destacó la labor tan completa de la mujer pues al mismo tiempo puede hacer un sin fin de cosas como hablar por teléfono, hacer la lista del súper o trabajar, actividades que a ella se le han facilitado más pues su hijo la comprende y apoya.
-¿Qué regalo quieres para este diez de mayo?
-Nada, absolutamente nada, ya estoy regalada, soy madre, ¿qué más quiero?
Antes de finalizar, Azela Robinson le mandó un mensaje a todas las laguneras: “estén siempre orgullosas. Una vez que tienen un hijo, no se les olvide que primero eres madre y después mujer”.
Macaria, valen por dos
Sus planes para este día son simples y sencillos... estar tranquila y no moverse de su casa porque los diez de mayo se vuelven un infierno en la Ciudad de México.
Macaria tiene un sólo hijo; Juan Antonio, de 35 años de edad. Cree que su día de las madres más feliz fue el primerito que pasó, con su entonces bebé en brazos. “Mi niño tenía poquitos días de nacido, nació un 25 de abril, y lo festejé justamente teniéndolo en brazos”. La actriz del programa Vecinos, batalló un poco para decir qué cosa se le ha dificultado más en la maternidad, pero luego de pensarlo llegó a la conclusión que lo más difícil a lo que se enfrenta una madre -como es su caso- es hacerle frente a la crítica y al juicio. “Como mamá tomas decisiones buenas, malas o regulares; pero las metidas de pata que las mamás damos, las damos con amor, es con buena intención”.
Macaria no espera ningún regalo este día, pero por el contrario, hizo una reflexión de lo complicado que es para una mujer trabajar y hacerse cargo del hogar, pues a diferencia del hombre –quien trabaja solamente fuera de casa- las damas laboran en empresas y además llegan a sus viviendas a seguir con la “talacha”, “es lo que hemos ganado con la independencia y el feminismo... y pues bueno, no sé qué decirles a las mamás, solamente que el mayor regocijo de ser madre es justamente eso”.
Astrid Hadad lo rechaza
Astrid Hadad tiene dos motivos para no celebrar el diez de mayo: el primero es que no es mamá, y el segundo que -asegura- dicha fecha fue impuesta en el país para contrarrestar la libertad que estaban teniendo las mujeres. “José Vasconcelos apoyó a la iglesia para instaurar en México el día de las madres para contrarrestar la libertad que estaban teniendo las mujeres en el sureste. Empezaban a pensar por ellas mismas, a haber un control de la natalidad, las enseñaban cómo no tener tantos hijos; pero como era un escándalo decidieron instalar el diez de mayo para poner a la mujer en ese estado pasivo en el que da todo por los hijos y en donde nada más es la receptora de las penas de los demás...”.
La noche del domingo, durante el cierre del Tercer Festival Internacional de las Artes, Hadad señaló que ella le dedicaba su actuación a las mamás, pero no a las “de cabecita blanca”, sino a las que “se enamoraron, que siguen suspirando por tener una pasión -porque no dejamos de ser mujeres-...”.