Chisme de comadres o indicio grave de corrupción, la filtración y publicación en un diario saltillense de una conversación entre el titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) de Torreón, Alfredo Castellanos y un mando medio de la corporación, luego identificado como Roberto Mascorro, ex comandante de la misma, en la que se pone de manifiesto la supuesta falsificación de documentos de entrega de equipo para policías, aviva el fuego de la polémica que en torno al Fideicomiso para la Seguridad Pública se ha desatado en los últimos meses y aún más, siembra la duda en el manejo de recursos públicos.
Y es que no es la primera vez que el citado fideicomiso es motivo de controversia. Desde que tomó posesión como gobernador de Coahuila, Humberto Moreira presentó el esquema de financiamiento “peso por peso” para fortalecer a la Policía Municipal con el cual el Estado aportaría al fideicomiso 20 millones de pesos y el Ayuntamiento de Torreón otro tanto, para alcanzar la “cifra histórica” de 40 millones de pesos.
Los problemas empezaron cuando el alcalde José Ángel Pérez, hizo pública su intención de utilizar parte del dinero para solventar el gasto corriente de la DSPM, a lo cual el Gobierno Estatal reaccionó conminando al edil a respetar “el espíritu del fideicomiso”, que es la utilización de los recursos para mejorar la infraestructura policiaca. Esta diferencia ocasionó la demora de la entrega del dinero prometido por el gobernador, bajo el argumento de que el Municipio definiera primero en qué lo iba a invertir.
Este asunto pareció resolverse con la firma de un acuerdo de inversión entre ambos gobiernos para crear el Centro Regional de Control de Crisis, en el que cada entidad aportaría 13 millones de pesos.
Ahora surge el caso de la conversación grabada, acerca del cual hubo reacciones diversas. Mientras que para el alcalde de Torreón no pasa de ser un “chisme de comadres”, para el gobernador de Coahuila es motivo suficiente para pensar en modificar el actual esquema con el que opera el fideicomiso: Moreira propone sustituir la aportación económica por la aportación en especie. Por su parte, los integrantes del comité del fideicomiso ordenaron que se investigara el asunto.
Más allá de la polémica, lo cierto es que en medio de la situación crítica por la que atraviesa la región en cuanto a violencia se refiere, urge que las autoridades involucradas concentren sus esfuerzos en un mismo punto: fortalecer los cuerpos de seguridad y que haya total transparencia y probidad en el manejo de los recursos destinados a ello.