Clérigos de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas difunden documento en el que condenan la despenalización del aborto.
Los obispos católicos del noreste del país (Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila) difundieron un documento conjunto en el que expresan su preocupación por las manifestaciones que, dicen, han percibido de la cultura de la muerte, como la violencia social e intrafamiliar, el crimen organizado, el consumo de droga y alcohol, la pobreza creciente y la propuesta de ampliar la despenalización del aborto, debatida en el Distrito Federal, con la amenaza de extenderse a todo el País.
"Nos solidarizamos con todos aquellos que levantando su voz profética han hecho su opción por la vida con acciones concretas, y rechazamos los sofismas que pretenden justificar el aborto, argumentando que se trata de un problema de salud pública, para buscar el bien de la mujer, con derecho a decidir sobre su cuerpo, además de argüir la disminución de los abortos clandestinos", indica el documento dirigido, "al pueblo de Dios de la Provincia Eclesiástica de Monterrey y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad".
El documento está firmado por Francisco Robles Ortega, arzobispo de Monterrey, Francisco Robles Ortega; José Luis Dibildox Martínez, obispo de Tampico; Alonso Garza Treviño, obispo de Piedras Negras; Ricardo Watty Urquidi, obispo de Nuevo Laredo; Antonio González Sánchez, obispo de Ciudad Victoria; y Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de Matamoros.
También firman: Ramón Calderón Batres, obispo de Linares; Raúl Vera López, obispo de Saltillo; José Lizares Estrada, obispo auxiliar de Monterrey; Alfonso Cortés Contreras y Gustavo Rodríguez Vega, obispos auxiliares de Monterrey , así como el presbítero secretario, Alfonso G. Miranda Guardiola.
Los prelados reafirmaron el derecho fundamental que tiene todo ser humano a la vida y señalaron que, "existen bases científicas sólidas, que afirman que cuando el óvulo queda fecundado, se concibe un nuevo ser y tenemos ya una persona con un patrimonio genético diferente al de la madre, y cuyo desarrollo se sustenta en su seno como una vida diferente".
Y agregaron: "Es un ser con un proyecto original que no se repetirá jamás, de modo que si no se le impide, su crecimiento se dará de modo coordinado, continuo y gradual".
Por tanto, apunta el texto, "reiteramos que el aborto provocado no es válido en ningún caso, ya que se eliminaría una nueva vida humana.
Expresamos nuestro firme 'sí' a la vida, especialmente de los más indefensos, es decir, del niño en el vientre de su madre, que tiene todo el derecho a nacer y vivir.
El aborto es un grave pecado que atenta contra el precepto 'No matarás' del proyecto divino de la vida (Ex. 20, 13)".
En el documento difundido se indica que, le corresponde a la Iglesia, a las autoridades civiles y a la sociedad entera, enfrentar las causas que propician la decisión de abortar, y dar atención médica, psicológica, espiritual y material a las mujeres en situaciones críticas de embarazo, víctimas de abuso, o de la desesperación y la pobreza.
"Bendigamos a la madre que nos dio la vida, y agradezcamos que nos haya compartido este hermoso don, e invitamos a todas las mujeres a no sucumbir a la decisión de dar muerte a un inocente, a pesar de las adversidades que tuvieran que afrontar. Nos solidarizamos con ustedes, mujeres, que con valentía y firmeza son signo de amor por la vida en nuestra sociedad".