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MIAMI, FLORIDA.- La fiscalía estatal de Miami Dade carece de pruebas duras para juzgar a dos ex empleados del cantante español Alejandro Sanz, quien los acusó de extorsión y robo, dijo hoy su abogado defensor.
?Nos ha tomado como dos meses tener declaraciones grabadas en audio, algunos recibos y declaraciones juradas todo los cual nos lleva a nada?, dijo en una rueda de prensa el abogado Lonnie Richardson.
Los ex empleados de Sanz, Carlos González y su esposa Sylvia Helena Alzate están acusados de intentar extorsionar al cantante a cambio de 500 mil dólares por no revelar que tenía un hijo fuera de su matrimonio.
Además, otro tres cargos de gran robo, entre ellos un yate, un jet ski y una computadora lap top. ?Hasta ahora las pruebas que nos han dado demuestran que no hubo hurto mayor ni extorsión de ninguna manera? afirmó el abogado que estuvo flanqueado en la cita de prensa por González y Alzate que no respondieron preguntas por instrucciones del letrado.
Sobre los objetos robados que argumenta la acusación indicó que ?hay cosas que están registradas a nombre de ellos y esto parte de registros públicos?, pero no dio mayores detalles sobre los mismos.
?Ustedes pueden buscarlos cuando les convenga, pero la verdad es que mis clientes son inocentes y les van desestimar todos los cargos?, advirtió el abogado.
Richardson reiteró que ?ahorita el peso está sobre la fiscalía? porque según él no ha podido probar de lo que se les acusa a sus clientes y que en caso de ser necesario se buscaría la declaración de Sanz.
Aunque anteriormente había reconocido que las fiscalía les ofreció un acuerdo fuera de corte a sus clientes que nos les convenía, hoy no consideró ?pertinente el poder hablar de ninguna oferta que haya hecho la fiscalía?.
Indicó que el hecho de que Sanz sea una estrella famosa, no necesariamente quiere decir que ?estas personas sean culpables de lo que les acusa?. Richardson se negó a hablar de la posibilidad de una contrademanda en caso de que sus clientes sean absueltos y dijo que la próxima fecha de audiencia es el 20 de abril y a finales de ese mes el juicio.
Según la acusación los dos ex empleados le exigieron dinero al cantante para no divulgar la existencia de su hijo Alexander Sánchez Rivera, de tres años, cuya madre es la puertorriqueña Valeria Rivera. El presunto chantaje lo denunció ante la justicia Juan Ramón Ramírez, director corporativo de ALJA, filial en Florida de la empresa en España de Sanz.
