Han transcurrido apenas 45 días de la Administración Municipal de Ricardo Rebollo Mendoza en Gómez Palacio y ya se han presentado situaciones que hacen prender los focos amarillos. Entre problemas heredados y asuntos polémicos nuevos, el Gobierno de la vecina ciudad ha puesto muy pronto sobre sí las lupas y los reflectores.
El Ayuntamiento actual, emanado del PRI, arrancó cuestionando algunas de las últimas obras y decisiones de su antecesor, también tricolor, encabezado por Octaviano Rendón Arce.
El proyecto fallido de reubicación de los comerciantes informales del Centro en módulos construidos ex profeso; la concesión del servicio de limpieza a la empresa Proterra, que hasta ahora no ha cumplido con las expectativas y la contratación de la compañía Estacionómetros SA de CV para la modernización de los parquímetros, la cual no se ha concretado, son los nada ligeros problemas que la anterior Administración dejó para que la presente los resuelva.
A estas asignaturas pendientes se suman ya las primeras situaciones que ponen en entredicho la probidad y eficiencia del Gobierno Municipal que lidera Ricardo Rebollo. Sin duda el asunto que más llama la atención es el relacionado con dos de los hermanos del alcalde, quienes son proveedores del Ayuntamiento, lo cual implica una violación a la Ley de Adquisiciones del Estado de Durango. Pese a la ilegalidad, las autoridades han minimizado el hecho.
Por otra parte, está el tema referente al sueldo de los regidores. Con bombo y platillo se anunció una disminución en la percepción económica de los ediles del 50 por ciento, nunca se dijo que los “gastos de gestoría”, difíciles de comprobar, se incrementarían de 6 mil 500 a 30 mil pesos, lo cual representa prácticamente una compensación por la rebaja en el sueldo.
Para rematar, cuatro departamentos municipales fueron elevados a la categoría de direcciones y dos a la de institutos por el actual Ayuntamiento, pero es fecha que la mayoría de ellos carece de organigrama, reglamento y presupuesto, por lo que uno se cuestiona cómo están operando esas flamantes dependencias.
Todo esto y van apenas 45 días de Administración. Habrá que esperar que el Gobierno de Gómez Palacio enderece su rumbo y se ponga las pilas como dicen; de lo contrario, los problemas y críticas podrían convertirse en una bola de nieve difícil de parar más adelante.