QUEJAS SOBRE PARQUÍMETROS
Me dirijo a ustedes quejarme de las personas que vigilan los parquímetros y recogen las placas cuando ya se terminó el tiempo que se compró.
El 22 de enero a las 12 del día, recogieron las placas de dos automóviles que aún tenían tiempo en los parquímetros, diez minutos para ser exactos. Esto sucedió en calle Rodríguez, entre avenida Hidalgo y Presidente Carranza.
Los automóviles eran un Stratus de una dama y un Ford KA de un joven.
Con esta situación, que se me hace de lo más injusta, las personas pierden su tiempo en ir a recoger dichas placas y aparte, tener que pagar la multa.
¿De qué se trata, acaso ésas son las instrucciones que tienen estos empleados inconscientes o tienen que cumplir alguna ?cuota? de placas por día y por eso cometen estas arbitrariedades?
María Teresa Strimpopulos Ochoa,
Torreón, Coahuila.
LO DETIENEN POR TOMAR JUGO
El 27 de enero a las 12 PM, iba caminando con mi novia en el cerro de las Noas con un jugo de naranja en la mano, se sabe que no se puede tomar en la vía pública y no era una bebida embriagante; aún así, un policía estatal de apellido Roque, me detuvo, al decirle que no andaba borracho, se enojó, me esposaron él y su compañero y me llevaron a los tribunales de la avenida Colón diciéndome que estaba arrestado por conducir en estado de ebriedad, y al hacer la denuncia el señor Roque puso que por conducir en estado de ebriedad y por alterar el orden público.
Al hacerme el examen médico salimos, tanto mi novia como yo con 0.00 en el alcoholímetro, pero aún así nos mantuvieron dos horas encerrados, hasta que mi madre fue a sacarnos; no me permitieron hacer una llamada, la tuvo que hacer un licenciado que se ofreció a hacerla por mí.
El trato de este señor Roque fue de mucha prepotencia mientras no estábamos en los tribunales, una vez ahí, me pedía de favor todo, como pidiéndome de favor que si le permitía quitarme las esposas, después de que me metió a la fuerza a su patrulla. Al poner la denuncia el ?oficial? mintió sobre todo en el cargo de alterar el orden público, lo cual me disgustó bastante.
El médico se rehusó en un principio a hacernos los exámenes médicos, puesto que los estatales no tienen jurisdicción dentro de la ciudad y necesitaban una orden escrita directamente del presidente, según oí mientras me tenían detenido antes de los exámenes.
Por razones de seguridad me gustaría que no escribieran mi nombre, no me gustaría que algún miembro de la Policía, si no es que el mismo señor Roque, fuera a tomar represalias contra mí o alguien cercano a mí.
Anónimo,
Torreón, Coahuila.
