OBSERVACIONES PARA EL SR. CHAVIRA ZÚÑIGA
Leí en este diario el 6 del presente mes en la página 1 Sección ?A?, donde aparece una declaración del señor Alfonso Chavira Zúñiga, jefe de Vialidad municipal de Torreón, acerca de que la ciudad de Torreón es donde más vehículos automotrices circulan sin placas.
Le diré a dicho señor que también en la ciudad de Torreón es donde los agentes ?asaltantes? de Vialidad son los más sinvergüenzas y abusones, pues detienen la mayoría de las ocasiones a los conductores de vehículos automotores sin razón alguna.
Por ello repito: la ciudad de Torreón es una de las principales, si no es que la primera en el país, en tener a los más sinvergüenzas agentes de Vialidad.
Aclaro, en estas observaciones personales, que no soy usuario de mueble automotriz.
Jesús Barajas González,
Torreón, Coahuila.
LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS
Quiero aclarar que soy orgullosamente mexicano, pero tal vez por eso coincido en lo que el dicho afirma: las comparaciones son odiosas. Sin embargo: cuando he viajado a Estados Unidos me di a la tarea de hacer una pequeña investigación, en ciudades contrastantes por la importancia y el desarrollo que tienen, me refiero a Los Ángeles, California; a El Paso, Texas y a Presidio, Texas.
Me quedé asombrado por los impuestos que se pagan cuando se desea realizar alguna construcción o remozamiento a su casa; son impuestos exageradamente altos, los cuales la gente paga sin empacho. Cuando les pregunté si no se les hacían muy altos dichos impuestos, contestaron que sí, sin embargo lo hacían con gusto porque están convencidos que son bien empleadas por las autoridades y bueno, basta observar la calidad de los servicios con los que cuentan y que corresponde al Gobierno proporcionarlos.
Hay que viajar por las carreteras de allende el Río Bravo para gozar de seguridad y que los vehículos no sufran daños como cuando circulan por las carreteras de nuestro México; hay que circular por estos lugares para disfrutar de un manejo sin sobresaltos por baches, bordos y boyas; hay que viajar en transporte público para saber lo que es el respeto al usuario; hay que utilizar servicios como alumbrado, limpieza, drenaje o vialidades para enterarse que cuando los recursos provenientes de los impuestos se ejercen adecuadamente los contribuyentes podemos disfrutar de unos servicios de calidad, sin tener que ir a otros países para saber qué se siente.
Con esto no quiero decir que prefiero las ciudades norteamericanas. Aspiro a que los impuestos sean factor de desarrollo. A tener carreteras libres y de cuota en perfecto estado. A que las calles de mi ciudad estén libres de baches y bordos. A tener servicios públicos de primera. A que las autoridades conozcan y practiquen lo que es la humildad. A que alguien mande retirar los monumentos a la terquedad y a la mediocridad como son los ombligos que construyeron en las calles que hacen cruce con la avenida Victoria en el Centro de Gómez Palacio, los cuales aparte de lo que estorban, desgraciadamente hacen juego con el estado tan deplorable en el que está la ciudad.
Aspiro a que cualquier obra realizada por el Gobierno sea de óptima calidad, sin influencias y sin corrupción, que no digan: el DVR está mal diseñado y peor construido, hay que demolerlo (¿quién paga?). ¿Alguien puede decirme cuánto se obtiene y en qué se emplea el dinero del anticonstitucional impuesto de la tenencia de vehículos? ¿Acaso en mantener las carreteras en el ?perfecto? estado en el que están?
¿Acaso alguien sabe cuánto se recauda y en qué se emplea el dinero del impuesto predial? ¿acaso en hacer ombligos-monumentos a la terquedad y a la mediocridad? Sobre esto es mucho lo que puede decirse y sin embargo... las comparaciones son odiosas.
JORGE ANTONIO FIERRO MARTÍNEZ,
GÓMEZ PALACIO, DGO.
