RECOMIENDAN EN SIDEAPA TENER TINACO EN CASAS
Mi queja es para el Sideapa, ya que en la colonia Miravalle cerrada San Fermín no sale agua, ni siquiera para poder hacer la limpieza de la casa, para bañarnos, mucho menos para tomar.
Tenemos que esperar hasta altas horas de la noche o levantarnos demasiado temprano para poder bañarnos cuando bien nos va, antes de que deje de salir agua en la regadera.
Ya he hablado por teléfono, he mandado mi queja por correo electrónico y ya he ido personalmente al Sideapa a exponer mi queja.
La señorita que me atendió las primeras veces dijo que era porque estaban arreglando la bomba del sector, que iban a pasar al domicilio a checar y es tiempo que aún no han venido.
Ayer fui y me pasaron con el ingeniero Salmerón y me comentó que teníamos que tener tinaco, porque sólo hay presión de noche, le cuestioné que si instalando el tinaco me garantizaba que no íbamos a tener esos problemas y no me supo responder.
Y precisamente ayer dejamos toda la noche llenando la lavadora y nunca se llenó.
Pregunto: ¿acaso tenemos que tener tinaco para poder tener agua?
¿Acaso eso es lo que especifica el contrato? Porque de contrato fueron más de mil pesos, es algo que la verdad se me hace caro, al igual que el cobro de agua porque los recibos llegan de 60 pesos al mes por 5 metros cúbicos de consumo.
Sólo quiero recordarles que están festejando con bombo y platillo su Centenario.
Pero ¿cómo es posible que lo festejen como ciudad teniendo tantas carencias?
Gracias.
Ulises Ramírez Contreras,
Gómez Palacio, Durango.
LA CONQUISTA DEL DESIERTO
Laguneros, no conquistamos el desierto, sencillamente porque no era un desierto, era una laguna, un vergel lo que tomó a la naturaleza millones de años, a nosotros nos bastaron cien años para darle en la torre.
El padre Nazas es hoy un desolado lecho, un páramo lleno de basura y perros muretos. Ni siquiera somos capaces de sembrar árboles en sus riberas, pero en el pecado llevaremos la penitencia, nuestra única valentía es soportar los calorones y una resequedad que nos afecta ojos, nariz y garganta, puesto que la humedad relativa promedio es de menos del 15 por ciento comparable sólo al desierto del Sahara.
Arturo P. Salas Juárez,
Torreón, Coahuila.